¿A la tercera irá la vencida? Terminator: Destino oscuro busca iniciar saga

James Cameron abandona la saga Terminator en 1991 tras la extraordinaria segunda entrega. Pero se ha intentado continuar la expansión narrativa de su idea básica (impedir que las máquinas se revelen contra los humanos) en varias ocasiones. Primero con una destacable y exitosa secuela directa en 2003. Y luego con dos intentos de iniciar una trilogía de películas que no han pasado de la primera, primero en 2009 -ambientada en el futuro- y después en 2015 -ambientada en el pasado-.

¿La solución de los dueños de los derechos? Apelar a la nostalgia, y convencer a Linda Hamilton -la icónica Sarah Connor- y al propio Cameron de regresar a la historia para dar pie a una nueva trilogía. Cameron como argumentista y productor con su poder de decisión, y Hamilton como imponente protagonista. Ambos hechos han sido masivamente publicitados como gancho para atraer al público a ver Terminator: Destino oscuro, que según cuentan las críticas es un calco de Terminator 2: el juicio final.

¿Con éxito? Pues con el estreno hace dos días, no pinta bien la predicción. Con un presupuesto de casi 200 millones, Terminator: Destino oscuro necesitaría el doble para saldar la inversión y dar beneficios, y en su primer fin de semana no parece que vaya a llegar a 50 en todo el mundo. En el brutal mundo de los blockbusters de hoy en día, tener éxito implica mínimo el medio millar de dólares de recaudación.

La película, sin entrar a hacer spoilers, termina apuntando una senda narrativa a seguir si le dan el visto bueno a una segunda parte. ¿A la tercera irá la vencida para la franquicia? ¿Cuántas oportunidades está dispuesta la productora a darle a este universo?

Solo la saga Alien iguala a Terminator en intentos y fracasos, pese al regreso también de su director original. ¿Se capta ya el mensaje que están mandando las audiencias de todo el mundo? La fatiga de la secuela existe.