[Review] True Detective 2x05: "Other Lives"
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Mitad del camino en True Detective. Tras el rompedor final del cuarto capítulo, la trama da un giro total y nos llevan a una elipsis de dos meses, explícita en el cambio de look de Ray Velcoro -que deja de llevar su bigote-, y que sirve de cambio visual más evidente para entender que ha pasado algo de tiempo. Se supone que el caso está cerrado, el asesino de Ben Casper ha sido atrapado y cada agente recibe su "recompensa": Velcoro deja la policía, a Bezzerides la trasladan al departamento de pruebas y Woodrough empieza a tener que defenderse contra sus supuestos crímenes, mientras sus enemigos utilizan contra él su efectividad durante el tiroteo de Vinci.
Tras la masacre de la localidad, aquellos que sobrevivieron son los que se ven más perjudicados y hundidos, las marionetas que aguantan el peso de todos los problemas. Velcoro trabaja ahora para Frank, convertido de nuevo en mafioso y que ahora se ve obligado a vivir en una casa mucho más pequeña. Curiosamente, se trata de un capítulo extraño en su conjunto. Volvemos a partir de cero, pero queda casi claro que nada se ha resuelto en realidad. Todo lo que ha ocurrido hasta ahora ha sido manipulado, los protagonistas estaban presionados por fuerzas externas que les impedía hacer su trabajo. Simplemente, se trataba de un caso que no iban a resolver, porque nadie quería que eso ocurriera. Hasta que aparece la oportunidad. El ascenso del nuevo candidato a gobernador preocupa al Estado, y se recupera el caso de la muerte de Ben Casper porque todo huele a montaje a kilómetros. Los tres mosqueteros vuelven a la carga, ahora en serio, y en secreto, los que les permite actuar fuera del radar. La trama se activa casi de inmediato. De repente, avances. Velcoro sigue a uno de los hombres de Frank y encuentra una relación entre el hijo del alcalde y el psiquiatra de Casper, y a través de este último sale a la luz el nombre del máximo representante de la empresa Catalyst. Los elementos que antes estaban sobre la mesa empiezan a relacionarse completamente.
Ani sigue el rastro de Vera, la chica que desapareció al principio de todo, y encuentra el extremo del hilo. Se descubre lo que de entrada parecía casi seguro, aquí había peces gordos metidos de lleno, y Casper los extorsionaba.
El sentido de todo lo visto hasta ahora adquiere una nueva dimensión. Esa frustración por un caso que no avanzaba se entiende, porque es así como funciona. Hacemos como que estamos investigando el asunto hasta que encontramos el chivo expiatorio, damos carpetazo y a otra cosa. Y en cuanto eso termina, el caso comienza de verdad. Una elección arriesgada, pero ayuda a entender en que universo estamos metidos.
Un nuevo elemento entra en escena: la razón por la que a Velcoro dejan de considerarlo una amenaza. Detienen al hombre que violó y dejó embarazada a su mujer, ese que él supuestamente había matado. ¿Significa eso que mató a alguien inocente? ¿O puede que nunca matara a nadie? La clave de todo es Frank, pero aquí es donde acaba el capítulo. Al menos tenemos un giro, un cambio, algo relacionado con el pasado que nos interesa algo más. Por lo demás, Ani se ve liberada de su prisión en forma de trabajo obligado y Paul se mete de lleno en la suya propia. Y Frank, bueno, contradictoriamente las cosas le van mejor en su matrimonio en cuanto las cosas empiezan a irle peor económicamente. A ver lo que dura.
En conclusión, tenemos un capítulo que vuelve a ser interesante por la trama y no se centra tanto en los problemas de sus personajes. De nuevo despierta cierto interés descubrir hasta donde se puede llegar, justo cuando los malos comienzan a respirar tranquilos porque todo les ha salido bien. Lo bueno; que empieza a quedar claro de nuevo que estamos ante un retrato de una sociedad más que de una serie al uso, lo que importa es entender que las cosas funcionan así, todo es lento y no sale como a nosotros nos gustaría, porque el lerdo es el que no está corrupto y se sale del sistema establecido. Lo malo, esa propia lentitud a la que el espectador no está acostumbrado y que se hacía mucho más interesante en la primera temporada por sus magnéticos protagonistas, y que aquí es más fácil de diluir. Mismo riesgo, pero sin un contrapunto suficiente. Era necesario algo más, y es aquí donde Pizzolatto no ha querido regular. Le pasará factura si no consigue un final brillante, o que al menos consiga añadirle a la serie un valor añadido. Un valor que ya se deja ver, pero que también veíamos en la temporada anterior. Algo nuevo, y ya, por favor.
buena review, ya se que hay que olvidar TD1 y aqui estamos a ...otra cosa,pero es de una lentitud soporifera, me quiero creer a Frank y su mujer,pero cuesta, la chica poli, puff , el otro mas puff, salvemos a Colin, pero no es suficiente, no se , esto no es true detective, es otra cosa...