La Copa, poco rentable para los clubes
Juan Romero Márquez
Desde hace tiempo, los equipos privilegiados acabaron con la pureza de la copa; bastó que los echaran los equipos de inferior categoría para que amañaran los sorteos cambiando sus estructuras a doble partido y además reservándose de las primeras eliminatorias.
Cuánto tenemos que aprender de los ingleses, en cuya competición copera juegan todos contra todos desde el principio; esto da oportunidad a los clubes modestos de dar alguna que otra sorpresa y lo mejor de todo, los campos repletos de público, al contrario que en España, en la que solo vemos cemento y gradas vacías.
En nuestro caso, para que el Recre llegue a los 4.000 y pico de aficionados ha tenido que superar tres encuentros de Copa. En el último partido no se llegó a los 1.000 aficionados a pesar de que era un equipo de 1ª, el Levante de Joaquín Caparrós.
Aquí solo se piensa en las televisiones hasta en la sopa, con horarios no aptos para el público en general, lo que crea dificultades para salvar el caos en el que subsisten los clubs. Es hora de que los equipos se hagan notar tratando de llegar a acuerdos más en consonancia con sus necesidades.
En los anales de la historia copera queda la grandeza de nuestra afición, acudiendo en masa a donde la mandaron y ofreciendo toda una lección cívica aun perdiendo. Fue todo un símbolo de la amistad entre dos aficiones, las de Huelva y Mallorca, que tuve la suerte de vivir en directo.
Aprovecho esta ocasión que se me brinda para desear a toda la familia recreativista y a EL DESMARQUE unas felices fiestas.