Respuesta inmediata. Apenas tres días después de la decepcionante eliminación europea, el Real Betis se levantó. La enésima demostración de la capacidad de no caerse del equipo de Manuel Pellegrini, que soltó este domingo uno de los mejores partidos de la temporada frente a uno de los rivales más elogiados de LALIGA con merecimiento.
El partido del Betis contra el Athletic fue completísimo. Desde la puesta en escena, con la determinación necesaria en este tipo de contextos, hasta la competitividad y argumentos futbolísticos atractivos de un equipo en el que brillaron muchos nombres propios. Esta vez ni bajas ni añoranzas a pilares del cuadro verdiblanco. Probablemente junto con el triunfo contra el Valencia, también en el Benito Villamarín, la versión más convincente de los heliopolitanos.
No es la primera vez que el Betis de Pellegrini, durante estos cuatro años, despeja de un plumazo y con rapidez cualquier atisbo de dudas. La lógica decepción por la eliminación europea quedó en un segundo plano. No significa que la valoración del comportamiento en competiciones continentales sea diferente, cada análisis va por su camino, pero la manera en la que los verdiblancos reaccionaron es una seña de identidad muy marcada y que abre nuevos horizontes, al menos en lo emocional, para los meses de competición que restan.
En lo emocional y en lo numérico. Porque de momento el Betis se colocó nuevamente sexto. En lo futbolístico fue un triunfo con numerosos nombres propios. Coral y sin un único autor. Sobresalieron Johnny Cardoso, con su golazo incluido, y Willian José. Su mejor versión de este año. Lo de norteamericano por habitual empieza a dejar de ser noticia. Lo del delantero, tal vez espoleado por las primeras actuaciones del ahora lesionado Bakambu, es una bendición. Cualquier equipo con un ‘nueve’ enchufado eleva exponencialmente sus opciones.
Claro que también fue el partido de Sabaly. Seis meses después y en una posición menos habitual para el senegalés, que le dio al Betis una profundidad en el carril zurdo pocas veces vista esta temporada. Tampoco convendría olvidar a Aitor Ruibal y su pundonor, la fiabilidad de Pezzella, la clarividencia de Fornals en todas las situaciones del juego por presionado que estuviera, o la energía del Chimy Ávila, que hizo estallar al Benito Villamarín con una gran definición en una extraordinaria transición bética para abrir la cuenta goleadora. También a la contra se puede hacer daño y cuadro bético lo ejemplificó en ese primer tanto.
Un Betis más vivo que nunca, que alejó la sensación de decaimiento de partidos atrás. Un encuentro que también debe ayudar a mirar con cierta perspectiva las situaciones que este equipo protagoniza. Seguramente debe haber un término medio entre el sentimiento de decepción de días atrás, lógica y sana en los aficionados, y la euforia que puede desatar la versión más atractiva de los heliopolitanos por el triunfo ante el Athletic de Bilbao, también natural. Fútbol, emociones.
Nunca podrán y lo saben, llevan años y no lo consiguen
Yo creo que la directiva, la secretaría técnica, entrenador y plantilla deberían dimitir en bloque.....es que se empieza los jueves a hablar de crisis y ésta dura tres días y así la biriprensa no puede ni con el Betis ni con su afición.