¿Laia juega? No, se dice ¡Laia juega!
Hace algo menos de un mes salía a la palestra una noticia que se hizo viral en poco tiempo. Una chica del CV Espluges no se le permitía jugar en la Copa de España de Guadalajara infantil por ser cadete. Hasta ahí todo bien. El problema reside cuando se enteran que Laia, como se llama nuestra protagonista, tiene Síndrome de Down.
Mi repulsa principal es como se hizo eco más al hecho de la discapacidad que al hecho de tener un año más, como marcan las reglas. Buscando el sensacionalismo, más que otra cosa. La Federación repetía una y otra vez que no le daban la licencia por tener un año más, no buscar tres pies al gato.
Rápidamente, el voleibol clamó el grito en el cielo y con razón. Yo como practicante de este gran deporte me indigna que solo se informe cuando ocurren cosas como estas. Desde las redes sociales se movilizó para que la Federación diera marcha atrás y le concedieran la licencia para que Laia pudiese jugar con su equipo.
Para mí hubo un fallo desde la base de todo. Antes de llegar a los extremos que se llegaron se tenían que haber puesto de acuerdo y plantar toda la situación. Pero es más fácil clamar el cielo desde las redes sociales, antes que ponerse de acuerdo entre todas las partes.
Una licencia de excepcionalidad
Un cambio de normativa, solo eso para que el voleibol siga siendo un deporte cuyos valores son los de la amistad, integración como se ven bien reflejados en este caso. Hace poco competí contra un equipo que tenía un jugador con Síndrome de Down en sus filas y me recordó lo importante que son los valores en el deporte, más allá del resultado.
No haberle permitido jugar a Laia con su equipo habría sido dar un paso atrás en nuestro deporte. Por suerte, la Federación ha dado su marcha atrás y ha permitido que Laia dispute esta Copa de España de Guadalajara con el equipo que normalmente compite. Una fiesta de voleibol, con cerca de 3000 participantes.
El saque está a punto de realizarse, con Laia en la pista será una Copa de España más espectacular. Vamos a repetirlo una y otra vez. ¡Laia juega!