Sencillamente diferente

Es indiscutible para Sandoval y sus actuaciones están siendo salvadoras para el equipo. Él es el número uno sobre el terreno de juego, o al menos eso indica su espalda cada vez que se viste de corto. Es el único hombre que puede jugar el balón con las manos y tiene la peculiaridad de que viste completamente diferente a sus compañeros.
Iván Cuéllar está siendo una pieza fundamental en el Sporting. Sus actuaciones no pasan desapercibidas para nadie, aunque en ciertos partidos el protagonismo se lo suele llevar el delantero. Los goles se premian más que las paradas pero las intervenciones del guardameta rojiblanco están sirviendo para que el equipo saque resultados positivos.
La última parada de Cuéllar se produjo en Córdoba, el marcador era favorable para los locales cuando Dávila recorrió más de 50 metros con el balón controlado. El delantero del Córdoba se presentó delante delante del portero y muchos no quisieron ver el final de la jugada porque en el 90 por ciento de los casos, el atacante termina celebrando el gol con sus compañeros. En esta ocasión el guardameta desbarató la oportunidad de los locales y evitó lo que habría sido la sentencia para los asturianos. El final del partido lo conocemos todos, Lekic se ganó las portadas y los titulares de la mayoría de los periódicos gracias a su gol en el último minuto.
No es la primera vez que el portero extremeño aparece para rescatar al conjunto rojiblanco. Atrás queda aquel partido en Valladolid que sirvió para que el Sporting consiguiera la permanencia en Primera o la espectacular actuación ante el Alcorcón el año pasado.
Lo cierto es que Cuéllar ha vivido bajo la sombra de Juan Pablo durante las últimas temporadas. Este año se ha convertido en el dueño y señor de la portería rojiblanca. El guardameta está respondiendo con buenas actuaciones la confianza que Sandoval ha depositado en él. El número uno del Sporting, es diferente y sus compañeros lo saben.