BSport y el capitán misterioso

Estamos ante uno de los hechos más importantes en los 101 años de historia del Real Betis Balompie. El 'Glorioso' va a cambiar de manos. No las manos de los cientos de miles de béticos que hay en el mundo. Esas manos siempre soportaran el nombre del equipo llamado como nuestro majestuoso río. Cambian las manos que manejarán las frías monedas. El vil metal, que dicen algunos. ¿Por qué llamarán vil al dinero? 
 
Los béticos entienden que en una sociedad anónima deportiva, alguien tiene que manejar la caja. Pero no quieren que nadie maneje su Betis. Al menos si el manejo es sin rumbo o con un capitán ajeno. Lopera, presuntamente, va a vender el timón del Real Betis. Y los grumetes quieren saber quién será el capitán. Está claro que el marinero abogado, el marinero anticuario o el marinero promotor no tienen el título de patrón. Por tanto, ¿quién dirigirá los designios de esta nave centenaria? Los cuatro jinetes del Apocalipsis están cometiendo la torpeza de echar sobre los asuntos verdiblancos el mismo tupido velo que durante años ha sujetado el Capitán Jabugo. Y la relación con la tropa nace viciada. No explican nada, ergo surge la desconfianza. El misterio y la falta de transparencia sólo fomentan las especulaciones. Y como el personal dude de la capacidad del guía y de la fortaleza del barco, mala cosa. El barco no puede llegar muy lejos. ¿Quién está detrás de todo esto? Quien quiera que sea debe saber que este barco no es un bote cualquiera. Que tuvo un capitán Rey y otro torero, que murió en la plaza. Que su real nombre traspasa fronteras y que su escudo late en el pecho de cantidades ingentes de criaturas de todos los rincones del mundo. Que tiene por lema eterno un manquepierda de esperanza. Por eso, bien harían los interesados en subirse a este navío en asegurarse de que tomarán el rumbo correcto. Muestren su cuaderno de bitácora. Enseñen sus credenciales y publiquen su hoja de ruta. Sean transparentes. No jueguen con la tripulación, que bastante ha tenido ya con superar varios tsunamis en los más de 100 años de avatares que han vivido en los mares de la pasión. Y, sobre todo, quieran al Betis. Si se avecinan cambios, que no haya un abordaje. O si no, al final, el nuevo capitán caminará por la plancha. Que la infantería verdiblanca siempre fue defensora de su razón de ser. Y esta vez no va a ser menos.