El jugador número 12
En tres partidos ya se ha ganado el respeto. En el Sporting más reciente, el gol siempre viene de los Balcanes, y Stefan Scepovic toma el relevo de Mate Bilic, un croata destinado a marcar los goles más importantes de los últimos años en El Molinón. Falta por conocer la aportación del otro serbio, Lekic. Stefan se presentó en Luanco, dejó detalles ante el Villarreal que llamaron la atención de Marcelino García y demostró que lo suyo iba en serio con un remate acrobático ante el Real Madrid Castilla. No sólo fue efectivo por su valor en forma de tres puntos, si no por lo completo que resultó su jugada para un hombre orquesta destinado a hacer el trabajo de dos en el área rival.
Su hermano juega ahora con Serbia, pero él está decidido a encontrar la tranquilidad en Gijón que no ha tenido en sus experiencias lejos de su patria, y poder regresar a su selección. Encontrarte con Cassano en la Sampdoria puede dar mucho juego, para lo bueno y para lo no tan aconsejable. Es cierto que su gol en Huelva está rodeado del comentario jocoso tras un rechazo afortunado con el que acompañó al balón hasta la red del Nuevo Colombino. Pero los goles valen igual, aunque a ese hubiera que restarle dos puntos en la recta final del encuentro por un penalti en el otro área.
Pero su mejor detalle vino con su gol menos trascendente. Sirvió para cerrar un marcador contundente, aunque no se trata de quitarle importancia. Tras una arrancada poderosa de Mandi, le pone un pase potente en el pie derecho. Sin embargo, Scepovic lo convirtió en oro con un toque extraordinario. Se la llevó con la parte exterior del tacón en un detalle formidable, y le colocó ante Aouate para hacer el tercero. Pura calidad. Lo mejor de la jugada y un detalle de altísimo nivel. Y todavía no ha destacado en los lanzamientos de falta, que lo hará.
Después de dos encuentros algo precipitado, Stefan ha ganado en tranquilidad. Ese 12 ya no es extraño para El Molinón, deseoso de entregarse a otro ariete que herede un número histórico en Gijón. Después de su acrobacia ante el Castilla viene su control ante el Mallorca. La Mareona ya tiene apelativo, y el jugador número 12 ya tiene dueño. El gol sigue llegando a El Molinón desde los Balcanes. Un olfato privilegiado.