El momento es ahora

Está el Sporting en un momento complicado de la temporada. Es cierto que apenas se cumplen los tres meses de Liga pero al cuadro de Sandoval se le hace largo este trayecto. A los rojiblancos, en apenas 11 jornadas, les ha pasado de todo. Desde una época gris donde los goles se le aparecían sin muchos méritos, pasando por momentos brillantes sin tanto premio hasta recuerdos imborrables, por desgracia, de lo que fue el Sporting del año pasado. Y sólo en apenas tres meses. Resulta incomprensible, y hasta decepcionante, que después de tanta remodelación, de plantilla, El Molinón pueda ver los mismos errores que hace 12 meses. No es algo individual o puntual de estos encuentros. Se ha repetido desde el inicio de la temporada, pero ahora se paga mucho más caro.
La primera parte de Girona y una fase del primer tiempo ante Las Palmas son los clavos a los que agarrarse para ver mejorar a un Sporting al que le falta contundencia en ambas áreas. Para resolver un problema es necesario reconocerlo, y para encontrar un camino conviene saber lo que se busca. Pero también es cierto que se le observa a Sandoval un punto de intranquilidad. Con razón o sin ella ese punto refleja una situación incómoda. Sabe que la grada le vigila, que en el club tiene muchas voces críticas, que en el vestuario no hay un convencimiento pleno y que eso también se refleja en la prensa. Y ahora llega una visita tradicionalmente incómoda a Córdoba, históricamente marcada por tarjetas rojas desproporcionadas y por empates milagrosos en los últimos precedentes. Entonces apareció la épica, y ahora se espera la primera victoria lejos de El Molinón para un equipo que debería tener mucha más facilidad para ganar a domicilio por cómo está diseñado.
Que las prisas no son buenas es algo que sabe todo el mundo, pero deja el partido la sensación de ansiedad por ganar y verse de nuevo en Play-Off. Como si en vez de una alegría fuera un alivio. Y eso es imposible que sea bueno. Otra derrota supondría darle volumen al ruido y rememorar esa situación tan conocida de estar pendiente de una racha para volver a meterse en los puestos calientes. Una victoria calmaría esa ansiedad que empieza a aflorar, y devolvería al Sporting a los puestos de Play-Off. Porque nadie quiere estar toda la temporada en esa situación de llegar o no llegar, aunque para ello es necesario ser más contundente. Demostrar las virtudes que se presumen. Y para eso nunca es pronto. El lugar es aquí y el momento ahora.