No porque sean de Mareo
Ha llegado a los 15 partidos, pero bien podría haber ocurrido antes. Uno lee la alineación de Lugo minutos antes del encuentro y tiene que volver a releerla porque no cuadran muchas piezas de ese puzle que Sandoval intenta construir cada jornada. Sin López Garai en el once y con Bustos lesionado, el Sporting se arma en el centro del campo con Sergio Álvarez, Nacho Cases y Álex Barrera. El pensamiento más rápido, casi instantáneo, es el de un centro del campo “made in Mareo” para uno de los partidos más exigentes de los que van de temporada, y para una de las citas con más presión sobre las espaldas de los rojiblancos. Vamos, los de casa. Ya lo dijo Iñaki Eraña: “Yo soy Mareo”. Primer mensaje del nuevo asesor del consejo el día de su presentación directo a la zona de flotación. Hace falta más gente de la casa.
Noto cierto chovinismo en el ambiente para sacar pecho porque se busca un Sporting de Mareo, hecho en casa, y con el sentimiento único del que lleva muchos años acudiendo a entrenar a Leorio como si esa fuera la única razón para ser mejor que los de fuera. Y es un error, y una mentira. Los sportinguistas no quieren a los de Mareo por criarse en la Escuela, porque la exigencia con ellos históricamente ha sido mayor. Los sportinguistas quieren a los mejores jugadores en los puestos determinantes del equipo. ¿Alguien duda de Stefan y de su dupla con Lekic? ¿Alguien le pone reparos a Bernardo? ¿Alguien se los puso a Diego Castro o a Rivera? ¿Luhovy? ¿Stanic? ¿Maceda? ¿Mesa? La lista sería inmensa. Creo que las preguntas se responden solas. Pero lleguemos al final.
Después de varias jornadas, coinciden los tres en el centro del campo y el Sporting gana su primer partido fuera de casa. No pretendo establecer una causa efecto como la única razón de la victoria. Sin ser brillante, el equipo de Sandoval no sufre en exceso en el Anxo Carro ante un conjunto al que le favorecían los números, las estadísticas, y un inicio de partido que no hacía prever nada bueno para La Mareona. Álex Barrera demuestra que su sitio en el centro del campo está más que justificado, Nacho Cases pide a gritos construir un equipo en torno a él y Sergio Álvarez deja de ser un espía para convertirse en el medio centro posicional que busca Sandoval. Juegan porque son los mejores centrocampistas de la plantilla. No es chovinismo sino puro fútbol. No es cierto que la afición los pida única y exclusivamente porque sean canteranos. El Sporting sólo tiene futuro con ellos. No, no juegan por ser de Mareo. Es que son los buenos.
Pd: Mientras más de media categoría suspira por un punta como Stefan, el Sporting tiene dos “bichos” para jugar en la delantera. Esa ya es una razón para ascender.