Tres renovaciones como tres soles
Celebrar el gol de Nacho Cases. Alegrarte por la sonrisa de Canella después de subir su banda preferida en el campo donde guarda mejores recuerdos, salvando El Molinón. Llevarte las manos a la cabeza por la vaselina que se le ocurre a Carmona para sentenciar el partido. Eso es fútbol. Celebrar que renueva Lora, que Nacho Cases sea la piedra filosofal del Sporting del futuro y que Stefan esté cada vez más cerca de seguir luciendo el “12” rojiblanco es el Sporting. Es evidente que no tienen la misma celebración que esos segundos de festejo en Palma, pero sin duda alguna que tienen mucha más trascendencia.
Renovar a Lora significa una apuesta por un futbolista de club que pudo irse ya demasiadas veces. Reconozco que no hubiera apostada nada por verle de rojiblanco cuatro años más, pero también es cierto que ni el Sporting va a encontrar un jugador con el compromiso de Lora, ni Lora un entorno tan favorable para sentirse un futbolista útil. Lo demás era una apuesta con riesgos. Con Nacho Cases la apuesta es mayor. Él es el presente, pero también el futuro del Sporting. La piedra filosofal del centro del campo por el fútbol que tiene en la cabeza, y por el sentimiento que tiene en el corazón. Con él en el campo, todo es más fácil. Todavía recuerdo aquel aficionado de El Arcángel que se preguntaba por el portador del número “10”. El “10” es Nacho Cases, un futbolista al que era imposible ver fuera del Sporting. El tipo sobre el que crece un equipo de fútbol.
Y luego está Stefan. El club renueva por cuatro años a un futbolista de Primera División al tiempo que consigue el préstamo de un millón de euros para tenerlo en propiedad. Una operación de pequeños inversores que no sé hasta que punto llegaremos a conocer al detalle por esa confidencialidad que siempre es bueno explicar. Son muchos, conocidos en el entorno más cercano del Sporting, y que permiten esta operación. Era la prioridad. Era mucho más importante atar el futuro de Stefan que apuntalar una zona defensiva que se reconoce como el punto más débil de este Sporting. Si complicado es encontrar un futbolista como él, más difícil puede ser mantenerlo una vez descubierto el regalo. Si se queda para seguir marcando goles en El Molinón sería para tirar voladores.
Puede ser por eso que los tres goles de Son Moix sean más celebrados que las tres renovaciones de esto siete días. Pero que a nadie le quepa duda que esas tres firmas de futuro son mucho más importantes que la rubrica de tres puntos en el partido más completo del año. Es el compromiso de que encuentro como el de Mallorca podamos verlos muy a menudo en los próximos años. Tres renovaciones como tres goles. Y como tres soles.