El día de la 'Markota'

El inicio de la semana deparó dos novedades que me retrotrajeron a diferentes épocas de mi memoria baloncestística. El retorno de Damir Markota al Bilbao Basket y la evocadora entrevista a José Antonio Figueroa en ElDesmarque Bizkaia.  
Las palabras del gran “Figue” (un entrenador claramente infravalorado y con un palmarés muy por debajo de su calidad y sus conocimientos), además de transportarme a una época añorada, me invitaron al optimismo dado que él considera que el Bilbao Basket dispone de un amplio margen de mejora y está capacitado para situarse entre los cuatro primeros de la Liga Endesa. Me temo que, a estas alturas de la temporada y dadas las circunstancias, con el equipo en la cola de la ACB y en barrena en la Eurocup, la mayoría nos conformaríamos con mucho menos pero bueno es que exista fe entre quienes más saben de este negocio.
Comentaba también Joxean Figueroa que el proyecto que él lidero deportivamente durante años, el Caja Bilbao, se murió de éxito. Éxito también ha alcanzado este Bilbao Basket si bien su indeseado fin (esperamos no tener que padecerlo y volver a afrontar otra dolorosa travesía del desierto) vendría dado, en todo caso, por otro tipo de dificultades bien definidas. 
Porque no terminan de llegar buenas noticias desde el ámbito financiero,  con la anisada aparición de un patrocinador nominal que apacigüe una muy delicada situación económica que puede tornarse en insostenible si no llegan ayudas externas antes del final de la temporada. 
En el ámbito estrictamente deportivo, ha quedado constatado que el equipo necesita rearmarse urgentemente para revertir una situación en la que la mayoría está rindiendo por debajo de sus posibilidades. En este sentido, la llegada de Damir Markota, que ya apuntó cosas interesantes en el partido ante el Dinamo Sassari (no tanto en Valladolid), resultará beneficiosa.  
Ya no quedan más alarmas por saltar, están todas activadas. Apenas queda margen de error ni en la Liga Endesa ni en la Eurocup, por lo que la recuperación del juego y, sobre todo, su traducción en victorias resulta inaplazable, si bien la victoria en Valladolid aligera levemente la presión clasificatoria. 
Hemos tenido esta semana varias pistas que nos remiten a hechos del pasado en el baloncesto de élite vizcaíno que se repiten (la entrevista con Figueroa, el retorno de Markota que da pie al juego de palabras del titular y el corte de un jugador universitario con aparente calidad pero sin tiempo para aguardar su eclosión). Esperemos que el equipo sea capaz de revertir su situación y no se quede atrapado en el tiempo, como le sucede a Bill Murray en la conocida película.
Por Iñaki Duque, periodista 

@DuqueJi