No sin jugarla

    De ningún modo pienso dar la final de Copa por perdida sin saltar al campo y jugarla. Ni hablar. No nos pueden robar la ilusión. Para perder siempre habrá tiempo.
 

Mucho se nos llena la boca pontificando sobre la grandeza de este Club, como para luego tener que ir tirando finales así por así, de manera gratuita, como si en el fútbol las sorpresas no estuvieran a la orden del día. Parece mentira que en un club acostumbrado a luchar contra todos los imponderables posibles y que ha construido su histórica leyenda, precisamente, a través de la consecución de logros deportivos extraordinarios, nos encontremos con aficionados que hayan perdido la capacidad de creer, de soñar y de confiar en un equipo único como el nuestro.
 Sí, ya sé que es difícil, soy muy consciente de ello. Incluso que puede rozar lo utópico pensar que vamos a ganar, no tengo duda. Pero, ¿de verdad, a estas alturas, alguien en su sano juicio cree que vencer en una final es tarea sencilla? Desde luego que no. Por eso, tened muy presente que aquel que no cree, no puede ganar nunca. Quien no sueña, carece de ambición para superarse y quien no confía, vivirá toda la vida amortajado por el desengaño.
 Por todo ello, me reafirmo una y mil veces más: no pienso dar la final por perdida. Este equipo ya sabe lo que es ganar al Barca o al Real Madrid. En consecuencia, me niego a ir a Barcelona creyendo que vamos a perder, que no tenemos nada que hacer y que nos dirigimos, poco más o menos, en dirección a un improvisado matadero futbolístico, que llevamos prefabricado ya desde nuestra propia casa.   
 No, lo siento. Esa actitud no va conmigo. Y no, no es una simple pose. Es un deseo intrínseco que me sale del alma y alimenta ese anhelo de ver de nuevo, a esa gabarra, navegar ría arriba. Por eso, queda mucho por hacer y si nos ganan que sea porque lo hacen sudando sobre el campo y no en los vestuarios sin siquiera desvestirse. Que lo sufran, que tengan que pelearlo hasta el último segundo. Que sientan el aliento de miles de athleticzales, bufanda en ristre,  cantando al unísono el “beti zurekin” y se den cuentan de que nunca van a poder tener detrás, una afición igual.
 Sí, amigos/as. Ha llegado el momento de convencerse de que tenemos mucho por hacer y además, lo vamos a hacer. Este equipo y esta afición necesitan volver a levantar un título y yo, mientras me quede un solo gramo de fuerza y el cielo alumbre una mínima esperanza, seguiré aferrado al firme convencimiento de que entre todos lo podemos conseguir y acabaremos firmando un histórico #CAMPanazo.
 Porque sí, he dicho bien. Yo seré de los que el día 30 miraré al cielo. Allá en donde el maestro Jose Iragorri llevará un año narrando los partidos de nuestro Athletic. Y no, no puede ser casualidad la fecha escogida para la final. La causalidad tiene que jugar también de nuestra parte y su primer aniversario, convertirse en una gran explosión de alegría colectiva. Por todo ello, soy de los que digo bien alto, que ya falta un día menos para volver a ser campeones. Cree, sueña, confía… ¡Imposible, nunca! Gora Athletic Club!      Por Miguel Angel Puente, periodista de Radio Nervión y Tele Bilbao 

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