El teatro de los engaños

En un teatro se representan dramas, comedias, tragedias o diálogos y está compuesto por actores, tramoyistas, maquillaje, vestuario, apuntador y.... espectadores, que son quienes dan valor a lo que se representa en las tablas y aplauden o silban a los diferentes actores o directores y quienes dan popularidad o critican a esos actores y a la propia obra.

En “El Teatro de los Engaños” está el fútbol, un teatro donde los actores son los jugadores, entrenadores y árbitros que son quienes saltan al campo y todos ellos nos hacen disfrutar por el juego, por su espíritu de superación, por sus criterios en el juego, por su dirección (entrenadores) o por su discreción en su papel por parte de los árbitros.
Voy a romper una lanza a favor de los árbitros, y de mi compañero tertuliano en Onda Vasca, Eduardo Iturralde González que hace una defensa a ultranza del Colectivo Arbitral, puesto que no es de recibo las cantidades de trampas que utilizan los jugadores para engañar a los árbitros con caídas fingidas, agresiones simuladas, entradas desmedidas o incluso agresiones a traición y con un conjunto de 4 elementos en competiciones nacionales y 6 en competiciones en Europa, no terminan de arreglar todas estas trampas.
No quieren, en el campo de fútbol (Teatro de los Engaños), poner medidas técnicas en forma de moviola o televisión al tanto de uno de los componentes del cuarteto o sexteto, porque dicen que se perdería el ritmo, la esencia del fútbol, menosprecio a la figura del árbitro, creo que eso es incierto
Entonces que se re-arbitren los partidos en las jugadas importantes.
El Comité de Competición debe tomar cartas en el asunto, puesto que no es de recibo que un jugador agreda a un contrario y porque el árbitro no lo ve, se quede sin sanción, que un jugador se tropiece con el suelo y finja penalti siendo incapaces de decir al árbitro que se han tropezado o jugadores que fingen un codazo y se les ve como miran entre los dedos si el árbitro va a sacar tarjeta al contrario y si es roja se ríen.
Luego luchamos y se nos llena la boca por el “Fair Play” y se castiga a aficiones por sus cánticos o por expresar su sentir hacia un himno o hacia una persona.
A todos estos, en España se les llama listos y yo les llamo TRAMPOSOS con mayúsculas y aquellos que les siguen llamando listos, están dando pábulo a todos los “Gurtel, Fabra, Camps, Eres de Andalucía, Ros y todos los corruptos del país.
Creo que la tecnología debe de estar al servicio de las personas y de los actos que desarrollamos y no para sustituirlas como está ocurriendo en el mundo laboral, en cadenas de producción, en empresas técnicas o bien en empleados de banca.
Por eso creo que para que el público se sienta satisfecho, haya ganado o no su equipo, por supuesto es mejor que gane, debe saber dos cosas, una que no ha sido engañado y otra que los tramposos han sido castigados como en aquellas películas que los malos han sido capturados por los buenos.  PERO TAMBIEN TENGO QUE RECRIMINAR QUE:
El último domingo han sido expulsados dos jugadores en acciones de disputa y contacto de balón. Los que hemos jugado al fútbol, sabemos cuando un jugador ha ido con fuerza o bien ha ido a hacer daño, o bien es agresivo por naturaleza.
Creo que el problema de los árbitros es que la mayoría no han jugado al fútbol en un equipo de competición o han sido jugadores que no entienden el juego y ese es el debe que tienen, a parte de la soberbia que trasmiten.
Desde cuando una persona que tiene derecho a réplica de una sentencia judicial o a expresar estar en contra de una decisión policial, no puede protestar la decisión de un árbitro, ni ponerle mala cara porque este se cree en posesión de “la verdad absoluta”, deben ser más humildes en su labor.
Se acepta el error del árbitro pero porque hay que despejar las dudas y subsanar los errores. No se debe re-arbitrar los partidos en los errores de los árbitros, pero si en los comportamientos de los jugadores, salvo que el error del árbitro sea grave y único.  Se deben saber las sanciones a los árbitros, como se saben las sanciones a los jugadores porque hay actuaciones arbitrales desastrosas que perjudican a ambos equipos, pero lo que no puede permitirse es que se perjudique a un equipo y se quede impune, por lo menos el espectador del equipo perjudicado no se sentirá engañado  Los entrenadores en cada grado de carnet que opositamos, nos imparten una asignatura que se titula “Reglas de Juego”, impartida por un árbitro de primera división.
Los árbitros deberían recibir una asignatura de los “conceptos, actitudes y comportamientos en el juego”, impartida por jugadores que les explique las acciones en el juego y las disputas, creo que el fútbol actual, necesita una renovación en su estructura.  Como aficionado al fútbol en muchos partidos me siento engañado por las actuaciones de jugadores y árbitros pero como aficionado del Athletic Club, últimamente me siento agraviado y perjudicado con las decisiones arbitrales.  En Santurtzi, a 21 de febrero de 2015  Por Demetrio Eguia. Entrenador de fútbol y comentarista en Onda Vasca