De penitencias y fiestas rojiblancas

En Semana Santa la gran familia rojiblanca ha disfrutado de experiencias inolvidables. En las últimas cuatro décadas más de la mitad de los partidos han terminado con victorias, algunas de valor trascendental.

Un domingo de Resurrección el Athletic Club sentó las bases del último título liguero al derrotar al Valencia en el entonces Luis Casanova. La víspera del Aberri Eguna de 2007 un gol de Gabilondo sirvió para mantener vivas las opciones de permanencia, otra vez ante los ‘chés’ como rivales.
¿Quién no recuerda el póquer de goles de Julen Guerrero en el 7-0 ante el Sporting? O aquella exhibición en el viejo Las Gaunas durante el primer curso de Luis Fernández en el banquillo con tantos a pares de Kuko Ziganda e Ismael Urzaiz. O el debut de Carlos Gurpegi en El Madrigal,  aunque el resultado no acompañara.  Pero esta pasión se ha tornado en penitencia en los últimos tiempos con las graves lesiones de Iker Muniain en 2015 y de Aymeric Laporte el pasado jueves. Esta ha dejado en estado de shock a los aficionados. Las conversaciones futboleras giran sobre cómo afectará al equipo la ausencia del central de Agen y sobre quién le sustituirá. El casting está abierto. A priori, Gurpegi, Bóveda y Elustondo cuentan con mayores opciones.
El retorno de San José al eje de la zaga se antoja complicado, principalmente por el estado de forma de Iturraspe, al igual que recurrir a algún cachorro. Resulta evidente que el juego se puede resentir con la baja del sheriff de la defensa, pero si por algo se caracterizan los leones es por volver a levantarse, tras recibir un fuerte varapalo. Y que nadie dude de que lo harán.  A pesar de este infortunio, el último maratón de la campaña se presenta ilusionante con dos frentes abiertos. En el apartado doméstico y en comparación con la primera vuelta, las sensaciones que transmiten invitan al optimismo. Los dos primeros tercios han sido similares. A arranques complicados le han seguido los mejores momentos del año.
El tropiezo en Cornellà no debe empañar la trayectoria ascendente. Ya en el choque de San Mamés los ‘periquitos’ opusieron resistencia y solo se resolvió por una acción de listo de Raúl García. El objetivo de la cuarta plaza está ahí.
Ha llegado la hora de los valientes. Serán ocho duelos, algunos ante rivales directos. Pero para tocar la gloria habrá que sumar más puntos que los 11 obtenidos en la primera hoja del calendario contra esas mismas escuadras. El resto es asumible y más bajo las órdenes de Ernesto Valverde, el mejor entrenador que puede dirigir la nave rojiblanca en estos momentos. Los números así lo indican.    Y en el peregrinaje hacia Basilea al Athletic le tocado vestirse el traje festivo. Todo empezó la víspera de San Ignacio con los goles de Eraso y tuvo su continuidad con la diana de Elustondo en plena Aste Nagusia. Después quemaron las Fallas. Y ahora el destino ha querido que los rojiblancos se desplacen a la Feria de Abril. Un buen momento para apagar los farolillos y cerrar las casetas del Real de la Feria. Que la penitencia actual deje paso a los festejos.
Por Eduardo Izquierdo, periodista y socio del Athletic Club