Messi & Maradona: Inmadureces de Fútbol
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Durante una participación en un late show de la televisión mexicana: “Es de noche”, hacia 2011, el autor y actor mexicano Odín Dupeyron identificó una de las plagas de la modernidad presente, el “pensamiento mágico pendejo”; o, lo que es lo mismo, el pensamiento positivo: “pide y se te dará”, “el universo confabula a tu favor” y un largo etcétera de falsos titulares.
También el fútbol está repleto de este tipo de pensamientos: los penaltis marrados son mala suerte, los tiros a los postes otro tanto, el partido se perdió por culpa del árbitro… Nunca faltan motivos para justificar el demérito propio o aun la poca pericia (también propia) de ocasión. Dupeyron explicó, en la misma emisión, (el vídeo se transformó en viral y recorrió los whatsapp de muchos teléfonos móviles), la diferencia entre pasión y talento. La persona apasionada dice: “¡¡¡¡Aaaaamoooo cantarrrrr!!!!”; el talento le responde: “pero en la ducha: tus cuerdas vocales sólo te dan hasta allí”. A la inversa, el talentoso puede decir: “Tengo una gran voz, sin embargo, no me interesa cantar en lo más mínimo”. En el fútbol, los únicos que cantan son los hinchas: todos los demás (jugadores, dirigentes, periodistas, etc.) arengan. Y tenemos a Messi, el último gran talento del fútbol argentino; el más envidiado por su talento natural, al que muchos quisieran igualar y, como la zorra ante las uvas, no lo alcanzan y se conforman con decir que no tiene pasión y por ende no tiene madera de líder para cargarse un equipo a la espalda y tirar de él. Como sí sucedió con Maradona, que tuvo pasión y talento y que hoy, acaso, tiene envidia. Messi tiene talento, sólo talento; y calla porque sólo juega: no tiene exceso de “pensamiento mágico pendejo”. Los demás, seguimos esperando que el universo confabule. Y así pasamos los días, acaso invariablemente inmaduros.
Por Alejandra Herranz. Blogger argentina, athleticzale y periodista.
@aleherranz
Blog: Desde el promontorio