Acción, no preocupación

Dos derrotas en dos jornadas. A bote pronto es un dato que haría saltar las alarmas en cualquier club. Pero precisamente lo que tenemos entre manos no es eso, es un club único. Un club que ha sabido litigar con éxito ante la globalización del fútbol en las dos últimas décadas y que se ha mantenido firme contra viento y marea defendiendo su particular filosofía.

Parafraseando al estadounidense Jim Rohn, es el momento de la acción y no de la preocupación. Es el turno de enfocar todos los esfuerzos en obtener resultados, en lugar de entumecerse por el miedo.
Habría motivos para la preocupación si el Athletic Club estuviese al frente de un proyecto nuevo. No es el caso, es la cuarta temporada de Ernesto Valverde al mando de los leones, período durante el cual el técnico ha sabido regatear con solvencia los problemas que le han ido apareciendo, ya sean en forma de lesiones, de salida de jugadores importantes o inconvenientes de cualquier otra índole.
Estamos ante ‘la misma’ plantilla que la pasada temporada acabó quinta en Liga y estuvo a un paso de disputar la Champions League esta campaña. El esqueleto del equipo es idéntico, las piezas del once inicial son prácticamente las mismas y jugar al fútbol y ganar no son cosas que se olviden de la noche a la mañana. Los jugadores y el cuerpo técnico son los dos principales baluartes del Athletic para que no asome ni un solo fantasma por San Mamés.
Los dos primeros encuentros de Liga, que se han resuelto sin que el Athletic inaugure su casillero de puntos, dejaron claro los motivos de ambas derrotas. Motivos que son problemas perfectamente atajables por los chicos del ‘Txingurri’.
En Gijón se nos escapó el partido por la tremenda pájara que sufrió el equipo en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, minutos en los que coincidieron el mejor momento del Sporting y el peor de los nuestros. Ante el Barcelona, ya se sabe, tienes que hacer el partido del año y que ellos no tengan su mejor día. Frente a los de Luis Enrique no hubo nada que reprochar al Athletic, hubo actitud y trabajo a destajo y tan sólo faltó que Beñat acertara ante Ter Stegen en el balón que el portero azulgrana le regaló en el borde del área.
No tengan duda alguna de que este es el Athletic habituado a luchar en los puestos de arriba y que tan bien nos tiene acostumbrados en las últimas temporadas. Es el mismo grupo de amigos que se reunen todos los días en Lezama para entrenar y que pasean con orgullo el escudo de nuestro club cada día de partido. El equipo arrancará pronto y todos aquellos que se han aventurado ya, con más o menos mala idea, a hablar de problemas para lograr la permanencia tendrán que volver a cerrar la boca una temporada más.
Por Abel Romera Aguilera, periodista gaditano de AS. "Soy más del @AthleticClub que Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza". 
@Abel_Romera_AS