Una empresa complicada para el Athletic
Se cierra el telón a la temporada 2018/19 para el Athletic Club y lo cierto es que con la cantidad de situaciones que se han dado, dentro y fuera del entorno rojiblanco, parece que hayan sido dos temporadas diferentes. Por un lado, dos entrenadores, dos presidentes y por supuesto dos rendimientos y resultados del equipo totalmente diferenciados.
Con Eduardo Berizzo se comenzó la campaña, con un equipo que se veía reforzado con los fichajes de Yuri Berchiche, Dani Garcia y Ander Capa principalmente y con la polvareda dejada en la salida de Kepa Arrizabalaga al Chelsea.
Los resultados no acompañaron al técnico argentino y fue sustituido por Gaizka Garitano en la jornada 14. el equipo se encontraba deambulando por la zona de descenso y además la sensación que respiraba en las gradas y fuera de las mismas, era de que se estaba viendo más cerca que nunca la histórica “seudomarca” del descenso.
Desde mi punto de vista la metodología Berizzo no estaba en estos momentos en la misma órbita y línea perfil-jugador con el que podía disponer el primer equipo. Cuestión clave en mi opinión, a la hora de gestionar y analizar las posibilidades del propio equipo, por parte de Gaizka Garitano en la búsqueda en el cambio de dinámica de juego y resultados que hizo se diese un golpe de timón para salir de los puestos peligrosos remontando posiciones poco a poco.
Entretanto elecciones, convocadas en temporada navideña, mejores fechas según unos, para evitar el “mercadeo” de votos a cambio de fichajes y para tener más tiempo de preparación y programación para la siguiente temporada...
Saltó la sorpresa y la plancha de Aitor Elizegi se hizo por una mínima mayoría con el control de Ibaigane. A partir de ahí, y todavía actualmente, comenzó “el juego de tronos” entre los simpatizantes salientes y los simpatizantes entrantes, que miden cada decisión, gestión y opinión con lupa, y que inunda redes sociales y otros canales cuestionando cada paso de unos.
Y por otro lado también reproches de movimientos pasados de otros… entre las primeras, el fichaje de Ibai Gómez, que finalizaba contrato en junio y que se pudo llevar a cabo mas por la necesidad del momento clasificatorio que por lo rentable de la operación. Marco enrarecido que hace un flaco favor al club y su identidad, y en la que cualquiera se puede subir al carro en función de intereses, jugadores, exjugadores, directivos, exdirectivos, socios, aficionados…
Volviendo a lo deportivo, lo más notable de la temporada, la remontada conseguida por Gaizka Garitano, que incluso hasta la última jornada nos hizo soñar con una utopía 3 meses atrás, ir a Europa.
No pudo ser, el equipo ha llegado muy justo a esta recta final de temporada y las bajas puntuales lo han lastrado en ciertas fases determinantes. El fondo de armario sigue siendo un problema y la gestión del fin de ciclo de ciertos jugadores y puestos, que en mi opinión se debió acometer ya desde hace unas temporadas, se tendrá que llevar a cabo si o si por la dirección deportiva entrante.
Y, en vista de las posibilidades en incorporaciones que se pueden dar ahora mismo, tendrá que ser con jugadores del Bilbao Athletic o similar, forzando un salto considerable en su adaptación a la alta competición con lo que todo esto puede conllevar.
Por todo esto yo sigo acordándome de la gran oportunidad que se tuvo en la temporada 2015/16, con el ascenso del Bilbao Athletic a Segunda
Ese proyecto podía haber apuntalado unos cimientos importantísimos para poder tener ahora estas transiciones de jugadores al primer equipo con mayores garantías de acierto, pero o no se le pudo mantener o no se le supo mantener....
A este respecto, compartiendo mesa y mantel hace pocos días con alguien en su momento muy vinculado al área técnica del primer equipo -y con todavía mucha relación en la misma-, quien se mostraba preocupado por el tema y consideraba lo complicado de la empresa que se presentaba en el primer equipo para la próxima campaña.
Mucho trabajo por delante para confeccionar una plantilla competitiva, que pueda afrontar el reto de volver a luchar por objetivos europeos tan necesarios en lo económico para un club con salarios “condicionados” por un mercado muy limitado.
Por Asier Elorriaga Burgueño, entrenador Nivel 3 y comentarista de Radio Popular en 'La Emoción del Bacalao'