La benevolencia, o no, de San Mamés
La masa social y el aficionado en general se mostraba esperanzado con esta nueva temporada del Athletic Club de Bilbao de la mano de Eduardo Berizzo, al que muy pocos o nadie ponía en duda a la hora de ser el elegido para pilotar la nave rojiblanca. Veníamos de una temporada frustrante, pero también es verdad sin sobresaltos ni miedos clasificatorios.
Todo empezó a torcerse y las buenas intenciones del equipo en el trato al balón pronto empezaron a dar paso al runruneo tan típico de San Mamés cuando surgen las dudas. El equipo no perdía, pero tampoco ganaba y la cabeza de la tabla se iba alejando cada vez mas, lo que suponía lógicamente que la cola se acercaba.
Así estuvimos dos meses hasta que el olentzero nos trajo la destitución del técnico argentino y la subida de Gaizka Garitano al primer equipo. De postre, unas elecciones que no tuvieron el ganador esperado por casi todos, y que dejaron el club en manos de un nuevo grupo dirigido por Aitor Elizegi
Lo primero, lógicamente ,era enderezar el rumbo del primer equipo y así lo hizo el bueno de Gaizka, que en verdad hay que decirlo, sacó txispas a este grupo de jugadores tomando como base el trabajo constante. El poco trato al balón, el aprovechar una ocasión y defender como titanes, y un público que, esta vez, sí había visto el miedo y que aplaudía hasta una patada al césped.
Demos bola a los txabales que suben de Lezama, rejuvenezcamos el equipo y trabajemos todos a una
En esas nos vimos que un trimestre después de quemarnos en el infierno tocábamos el cielo. Europa estaba al alcance y hasta se hablaba de Champions League... Palabras demasiado serias para un grupo de jugadores que, primero, no tiene la calidad mínima para competir en Europa, -son el equipo mas caro de la liga en relación calidad/precio-, y que encima no tienen ni la convicción ni las ganas suficientes de conseguir un puesto en UEFA, cuando era tan sencillo como no enfadarse con el Sevilla.
Pero para eso hay que quererlo…
Este club y este equipo necesitan una vuelta o dos de tuerca, gente fresca que dé aire a ese vestuario y un entrenador, que me gustaría que fuera Gaizka porque se lo ha ganado, que sea valiente en su apuesta, olvidándose de nombres y buscando hombres, porque mi impresión es que San Mamés no va a ser tan benevolente en el inicio de la próxima temporada como lo ha sido en ésta.
Demos bola a los txabales que suben de Lezama, rejuvenezcamos el equipo y trabajemos todos a una: unos en el campo y otros en la grada con la paciencia necesaria para que se acoplen y rindan lo que se espera de ellos.
De Lezama y el futbol bizkaino, si eso, ya hablamos otro día…
Por Txema Carbajo, entrenador de fútbol y contertulio de Tele 7