O se refuerza de urgencia o el Bilbo FS desciende
Después del 0-10 encajado en la visita del líder de la Primera División femenina de fútbol sala, el Futsi At. Navalcarnero, una especie de desesperanza infinita me ha acompañado en el recorrido por el graderío hasta la salida del Polideportivo de San Ignazio. Y es que la existencia del Bilbo FS en la máxima liga nacional se apaga como una vela cuando se queda sin cera.
Me apresuro a decir que las rojillas locales lo han dado absolutamente todo, eso sí, sabedoras de su inferioridad futbolística y de que milagros como el producido en el partido Cultural Leonesa-Atlético de Madrid no acostumbran a repetirse.
Frente a un rival todopoderoso, 18 partidos y 54 puntos, o sea imbatido, goleador nato jornada tras jornada y con la portería bien cubierta –sus números 110 a favor, 26 en contra-, las chicas del Bilbo han dado una lección de compromiso, de honestidad, de pasión por el fútbol.
Pero volvieron a ser goleadas por el rival de turno; eso sí, el Atlético Navalcarnero no puede atribuirse los diez tantos, porque tres de ellos se los auto-encajaron las jugadoras del Bilbo y otros tres subieron al marcador cuando, en un final en el que las locales actuaron con portera-jugadora, recibieron sendos goles de chuts lejanos a portería vacía. Es decir, el Bilbo fue a por el gol de la honrilla y recibió más castigo de un adversario de plantilla muy profesionalizada y con los genes de la falta de piedad. Dio la sensación que el líder vino a Bilbao a meter 16, 18 o 20 goles. En la victoria se quedó corto.
Los directivos del Bilbo FS están manos a la obra para reforzar el equipo, pero como los refuerzos no lleguen con urgencia será una inversión estéril porque buena parte ‘del pescado de la liga ya está vendido’. Necesita de tres victorias para enderezar el rumbo y rapiditas, porque pudiera ocurrir que a 8 partidos del final del campeonato ya habría descendido de categoría.
Se rumorea que hay contactos con jugadoras brasileñas. Esperemos que no se retrase mucho la llegada de las ‘sambistas’. Sí es cierto, que una jugadora finlandesa de 20 años, procedente del FF Nokia, llegada a Bilbao para estudiar Turismo en la Universidad de Deusto, rubia, fuerte y alta ha visto desde la grada a sus compañeras de equipo. Se llama Senni Viren. Tiene el mismo ilustre apellido que Lasse Viren, el gran atleta finés, héroe nórdico del deporte. Aguardamos su debú.
Mientras tanto conviene recordar lo que es el fútbol sala. O sea, electricidad y precisión. El jugador o jugadora requiere de polivalencia estratégica porque cada 10 o 15 segundos el que ataca elegantemente está obligado a ser defensa obrero. Y, en este sentido, el actual Bilbao es un equipo de velocidad reducida, desconocedor del desmarque, con precisión imprecisa, dudosa buena selección del pase y escasito de gol. Con todo, con todo lo que cae, el Bilbo no está finiquitado aunque lo parezca.
Por Ernesto Díaz, 55 años en el periodismo deportivo de Bizkaia