Pachetismo
Pasar de LaLiga Santander a LaLiga SmartBank conlleva cambios. En todos los sentidos. Lo que uno hace en la máxima categoría no vale para la segunda, y al revés. Rendimientos como el que el Real Valladolid tuvo en los primeros 45 minutos ante el Real Zaragoza hubieran costado muy caros a los pucelanos en otra categoría. La calidad es diferente, pero hay detalles que van, también, más allá de la competición y uno de ellos es capital: el convencimiento.
Dentro de estos términos que tanto se utilizan en el argot actual, el mundo blanquivioleta va a estar marcado, si no lo está ya, por el 'pachetismo'. No es cuestión sólo del entorno, que también, sino de los propios jugadores. El vestuario pucelano está 'envenenado' por la filosofía del entrenador burgalés. Son tres jornadas, dos victorias, un gol encajado y cinco tantos anotados. Los resultados están, pero las formas se anteponen a ellos.
El equipo carbura, convence y cree. Son registros que están unidos, pero que tienen un punto de partida en el proceso, en el día a día y en el discurso. El cuerpo técnico confía en lo que tiene. Lo ha dicho y lo ha demostrado. Desde esa confianza, seguridad y convencimiento, el grupo está con él. Compra su discurso, su propuesta y su idea y, claro, el juego va a más.
Cuando te sientes con confianza todo sale mejor, más fluido y más natural y, como aseguró Pacheta en la rueda de prensa de su presentación en el mes de junio, se puede soñar por "cotas inimaginables".
Importancia en los roles
Con todo, no deja de ser la tercera jornada. El Real Valladolid no ha conseguido nada, pero ya ha hecho lo más difícil: creer y olvidar. Comenzar a borrar la temporada pasada es el punto de partida que pide este equipo y que ha comenzado a dar porque el nuevo técnico ha sido claro con todos y cada uno de sus jugadores. Siendo honesto, un entrenador debe convencer y Pacheta lo ha hecho. ¡Y tanto que lo ha hecho!