Manda Roque Mesa

El Real Valladolid se clasificó para la nueva ronda de la Copa del Rey tras imponerse (3-1) a la Unión Deportiva Las Palmas. Los de José Rojo, Pacheta, superaron a los de Pepe Mel en un encuentro con dos fases diferenciadas. Si bien la primera hora de juego estuvo equilibrada e igualada, en la última media hora el Pucela fue superior. Muy superior. Curiosamente, en esos últimos 30 minutos no estuvo el mejor jugador pucelano: Roque Mesa.

Sustituido en los segundos en los que varió la tendencia del partido, con el triple cambio pucelano y la expulsión de Unai Veiga, el centrocampista grancanario dejó, nuevamente, su sello en el juego blanquivioleta. El Real Valladolid se define por el '17' porque él, sobre el terreno de juego, manda. Lejos de movimientos posicionales, Roque Mesa otorga cierta anarquía en el juego que define el estilo del equipo de Pacheta.

Si bien el burgalés siempre ha confesado que él se adapta a lo que tiene, lo que posee en buen estado de forma actualmente es a Roque Mesa, un activo de enorme valor y de gran potencia con el esférico. El ex del Sevilla FC o del Club Deportivo Leganés, entre otros, se define por el fútbol y el juego que está firmando el Real Valladolid en la actualidad. Él define al Pucela y el equipo se define por él. Es una unión completa de la que el aficionado disfruta.

Un lujo

Lo hace porque ver a un Roque Mesa con galones y confianza es un lujo. Lo es para el Real Valladolid, para las aspiraciones pucelanas pero, también, para LaLiga SmartBank. La suya es otra competición y el Estadio José Zorrilla se aprovecha de esta situación. Roque es blanquivioleta y tiene un juego que, ahora, ayuda mucho al equipo. Desde él se define lo que busca Pacheta y lo que genera la identidad pucelana sobre el césped.

Para bien o para mal, este Real Valladolid es lo que quiere y genera Roque Mesa. Él manda sobre el juego pucelano y en estados de forma como el actual, el Pucela disfruta de su mayor lujo. Con permiso de Shon Weissman, claro.