Chopped a precio de jamón
¿60 millones de euros por un Betis de Segunda División? Nos estamos volviendo locos. Uno escucha hablar a Lopera y exponer su ideas en torno al futuro del club y se echa las manos a la cabeza. Ni el descenso de categoría ha hecho recapacitar a un señor que sigue empeñado en vender chopped a precio de jamón de 5 jotas. Es como si uno tiene un piso en Los Remedios y lo tasa en 60 millones de euros y, de pronto, ve como le construyen alrededor un poblado de 500 chabolas y, sin embargo, pretende que siga costando lo mismo. Eso le ha pasado al Betis. El equipo de La Palmera ha pasado de ser una empresa potencialmente rentable y apetecible para muchos compradores a convertirse en otra sin contrato televisivo, con casi 70 millones de euros de deuda e inmersa en un proceso judicial preocupante. Por eso, cuando uno escucha a Lopera cifrar su paquete accionarial en 60 millones de euros se da cuenta al instante de que la intención del de la Calle Jabugo no es la de vender, sino la de perpetuarse en el cargo. Como empresario inteligente, Lopera sabe que nadie le dará ese dinero por sus acciones con el Betis en Segunda, pero vuelve a jugar al despiste y crea otra ceremonia de confusión para poder atizar a sus enémigos más íntimos: los opositores. Sin capacidad de autocrítica ninguna, la única salida que le queda al consejero delegado es la del ataque más desesperado e irracional. La vieja táctica de evadir responsabilidades y buscar una cabeza de turco. Con lo que no cuenta Lopera es con el hecho de que la afición ya está cansada de evasivas y reclama un cambio. El año 92 ya no sirve como tabla de salvación. La gente está dispuesta a aportar su granito de arena en pro de un futuro mejor, de la construcción de un sueño en verdiblanco en la que todo el mundo se sienta partícipe de la creación de un nuevo Betis. Un Betis no de Lopera, sino de todos. Un Betis al que poder mirar a la cara sin sentir vergüenza y que represente los valores de superación, simpatía, cariño, amistad y lealtad que han sido las bases de esta historia que tiene más de cien años. Lopera lanzó una frase brutal que no debe pasar desapercibida para nadie y que refleja a la perfección su concepto de Betis: "Sin mí no habría manifestación, porque sin mí no habría Betis". Eso lo dice todo.