¿Y el sello de Tapia?
Estaba claro que lo de Antonio Tapia en el Betis no iba a ser un camino de rosas. A pesar del presumible alto nivel que se debe suponer a la plantilla verdiblanca con respecto a la de los rivales de pretemporada, lo cierto es que ha pasado demasiado poco tiempo como para que ya se note el sello de Tapia. El entrenador es un hombre serio, trabajador y con éxito en todos los equipos por los que ha pasado. Muchos, además, pensarán que ya quisieran otros contar con los mimbres que tiene el Betis para procurar el ascenso, pero la verdad es bien distinta. Tapia se enfrenta, una vez más, a una plantilla acomodada, llena de carencias que son evidentes y con muchos futbolistas que ya vienen de vuelta. Cortar todo esto de raíz es imposible y hasta el mejor técnico necesita tiempo. Hay que dárselo a Tapia, no queda otra. Además el club debe hacer un esfuerzo más y desprenderse de jugadores que andan incomodando e incordiando como locos por coger la puerta de salida. Si no, lo notará a lo largo del año. Vamos que, ojalá me equivoque, pero me da la impresión de que el camino al ascenso de este Betis no va a ser nada fácil. Por cierto aprovecho para destacar que, de nuevo alucino con la elección de los capitanes. Como el año pasado, dos de ellos acaban contrato y uno se quería marchar, otro estuvo cedido pasada campaña y el que falta no parece que tenga demasiado carácter de líder.