Lolo

El estereopatriarcado parese que toca fondo en el carnaval de Cadi. Testimonialmente quedan letrillas algo machistas, pero digo yo que habría que perdonarlas porque no son más que el produsto iniledable de una educasión católica, no solo dentro de la consertada, sino fuera también. Le alabo el gusto al Tribunal Feminista que diariamente analisa con pormernoridá el porsentaje machista de las letrillas. El único gran poblema es que —como ha ocurrido de toda la vida— muchos autores procuran nadar a favor de la corriente. Para nadar en contra de la corriente hay que saber nadar… pero para nadar a favor, también; porque si la corriente es más fuerte de la cuenta arrastra al Pelph Carnavalero y lo estrella contra una piera.

Del mismo modo susede con el antifasismo militante. Me sorprende gratuitamente el compromiso antibanderavoxfachas de la IV Internasioná que se está cuajando en las tablas del Falla. Estaría más del carajo aún si esa IV Internasioná de Cadi se tradusiera luego en las urnas, que últimamente inundan los colegio elestorale de un denso aromita a Cacharé & Varondandi.

A despropósito de la disolusión del estereopatriarcado y la constitución de la IV Internasioná, me se ha venido a la imagen mental un frasmento de un libro que publicó una vé el novio secreto del Lolo:

“El Carnaval —el de Cádiz— es un reflejo de lo social, cierto, pero con dos o tres décadas de retraso. Se puede predicar de él cualquier atributo, menos el de vanguardista. La crítica social o moral —por llamarla de alguna manera— acerca de cualquier asunto no aparece hasta varios años después de que el BOE la publique o el Código Penal la sancione. Si no es así, casi nadie se atreve a dar el primer paso. Y si alguien lo da, los demás no lo siguen, sino que se quedan mirando a ver qué es lo que le pasa al que lo ha dado. Si ven que el valiente cata, no lo siguen; incluso algunos se ponen en su contra para ganarse el visto bueno de los poderosos. Si ven que el valiente sale inmune e impune, entonces los demás empiezan a dejarse caer titubeantes, con cuidado, sin el convencimiento suficiente ni para ellos ni para el público”.

Visto lo que se está viendo y oyendo y aplaudiendo y vituperando, el novio secreto del Lolo —que sa creío que es Nuestradamus— lo mismo puede que haiga de comerse el frasmento con papa. Y hablando de papa. El papa con mayúscula ha osado afirmar que “todo feminismo es un machismo con faldas”. Le ha pasado como a los del frasmento entrecomilleado: primero denunsia la pandemia de pederastia congénita e histórica de su Iglesia, pero cuando las mujeres han pedido que cambien al Papa por la Mama, se ha visto de venir una innoble intensión de empoderamiento y las ha mandado adonde siempre las mantuvo.

¿Les cuento un secreto? The last year, con Los Mafiosos, llevábamos este pasodoble como uno de los fijos para el Concurso:

“Mujer, va llegando el momento
de ser la que lleve las riendas.
El camino ha sido largo y polvoriento
pero ya no habrá varón que te detenga.

Gritad “larga vida a la reina”
que va a comenzar tu gobierno.
Ojalá no heredes nada
de aquel macho que te odiaba
porque en el fondo sabía
que ya tú te le acercabas
y él contigo no podía.

Ten en cuenta cuando hagas justicia
de volver a nivelar la balanza
y aguantar, aunque tragando saliva,
el deseo de venganza.

Deseo humano fatal.
Deseo que puedo entender
tan solo una con mirada a la llaga que baña tu alma y tu piel.

Que te sirva la experiencia del macho de la manada:
la fuerza no vale nada si no es con la inteligencia
Y OJALÁ QUE TU CONCIENCIA A MÍ ME BRINDE LA SUERTE
DE NUNCA VOLVER A VERTE CON LOS PIES EN UNA IGLESIA.

QUE ELLA FUE QUIEN ESCRIBIÓ, QUE ELLA FUE QUIEN ESCRIBIÓ
LA HISTORIA CONTRA VOSOTRAS,
Y ENCIMA SE LA COBRÓ, Y ENCIMA SE LA COBRÓ
CON MIL MILLONES DE DEVOTAS.

Ojalá que tu corona y tu bandera
Abran paso a una vida nueva
Como un mundo en primavera.
Ojalá que a ti no te envenene el poder
y que no dejes nunca de ser la mujer
que siempre fue nuestra gran compañera”.

Tras el ensayo familiar, el pasodoble fue automática e ininminentemente desacreditado para cantarse en público aforo alguno. ¿La rasón? Según me contaron los propios mafiosos, alguna mujer femenina se sintió ofendida. ¿Tú te imaginas por qué? Mira con los propios ojos de tu cara los versos del trío, los que están en mayúsculas… Po eso.

Desde ese mismo día aquel, desidí firmemente defender mi romanse con el Lolo como vía alternativa para acabar con el estereopatriarcado carnavalesco. Reconosco que me pueden acusar de redundar en lo mismo porque, al fin y al cabo, entre pollas sigue andando el juego. Pero no veo otra salida. Y en esta cuadradura del sírculo, se aprosima la ojesión de consiensia contra la bandera der Chele.

—En el estribillo de la comparsa dise que no tiene bandera ni tiene balcón y con la chirigota saca una bandera de tres metro de diámetro cuadrado; gaditana, sí, pero bandera donde la haiga.

El de la peluca no saclara.

JUAN CARLOS ARAGÓN