Lágrimas de hormigón o cómo recuperar el Valencia
Hay tantas barbaridades que comentar en el Valencia CF esta semana que uno no sabe por dónde empezar. Pasaré rápidamente por algunas de ellas para opinar y llegar a lo que creo que es el fondo de la cuestión: Cómo recuperar el sentido común primero y el Valencia CF después, como propone grosso modo la plataforma Espíritu del 86.
Las lágrimas de Parejo en su despedida son el epitafio que encoge el corazón a todo el valencianismo (independientemente de si lo idolatrabas o no en el campo). Son lágrimas de hormigón que levantan aún más el muro que separa a Peter Lim y Anil Murthy del sentir de los aficionados. El Valencia históricamente despidió mal -en general- a sus leyendas. Con el capitán de la Copa del 2019 lo ha hecho con un punto de inquina especial. Decirle que se busque equipo a tres jornadas del final y despedirle con un simple tuit es torpe y ruin. Se merecía mucho más.
Las lágrimas de Parejo en su adiós al Valencia CF son lágrimas de hormigón que levantan aún más el muro que separa a Peter Lim y Anil Murthy del sentir de los aficionados.
Malvender a Coquelin es otro error manifiesto que duele algo menos sólo por el hecho de que su adiós llegó horas antes que el de Parejo y eso lo tapó todo. Con el tiempo esa herida en forma de jugador perdido dolerá y mucho a menos que venga un gran fichaje en su lugar.
¿Es posible recuperar de alguna manera el Valencia CF?
Pero hay esperanza. Lo admito, yo creo poco en revoluciones y reacciones de este tipo como lo de “Salvem el Valencia” y su velatorio en Mestalla, pero la lección que me han dado esos grupos de valencianistas es para al menos sentarse a reflexionar. He leído el manifiesto del espíritu del 86 y suscribo sus ideas y sus formas. Les aplaudo y me sumo a sus anhelos. Estaremos atentos a ver en qué depara la cosa.
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— Espíritu del 86 (@espiritudel86) August 10, 2020
La carta de Murthy y la presión popular
La prueba más evidente de que la presión se deja notar es la carta de Anil Murthy, estrambótica, provocadora y poco o nada aclaradora y autocrítica a partes iguales. La protesta, el velatorio y el escrito han llegado hasta Singapur y eso es bueno. Me quito el sombrero ante ellos y ante el legítimo derecho de expresar el descontento y tratart de cambiar cosas. Amenazas, violencia y demás estuvieron y están fuera de mis planteamientos. No pierdo un segundo con esa gente.
Dicho esto, he escrito varias veces que no veo en el horizonte a Peter Lim o Meriton con ganas de vender el club. Esta postura de no vender puede ser una estrategia mercantil. De hecho, en uno de mis paseos vacacionales, mi padre me lo sugería como una opción: "¿No estará devaluando el club para poderlo vender mejor?" No lo sé, le contesto a él y te confieso a ti querido lector, pero viendo cómo lo han hecho con la venta de jugadores anunciando a bombo y platillo que están en el mercado, poca inversión van a recuperar. Me cuadra más bien una salida hacia adelante desesperada tras unas malas decisiones deportivas y una negrísima situación económica.
Con todo, lo verdaderamente cierto es que, mientras no aparezca un comprador o haya presiones económicas reales, no veo un cambio en la propiedad a la vista a corto plazo. Ellos, los de Meriton, aseguran que la intención de Peter no es vender. Si eso cambia, ya nos preocuparíamos por ver a quién puede o quiere traspasar la propiedad.
No sé si la situación del Valencia es peor o igual que cuando llegó Peter Lim. Se pagan las facturas, pero la deuda no baja, el estadio no avanza y han desguazado el equipo que fue hace un año campeón de Copa tras no entrar en Europa. Esto último es lo que ha terminado por enfurecernos a todos tras una temporada en la que Lim y Murthy desmantelaron la estructura deportiva del club cargándose a Marcelino y, sobre todo, a Alemany. Sin un sustituto del mallorquín y sin director deportivo no parece que el aspecto deportivo vaya a mejorar a corto plazo. Triste y preocupante, será materia de análisis en el futuro cuando avancen las jornadas. La afición no olvida y, como por desgracia todavía no puede ir a su querido Mestalla a protestar, se las ingenia para hacer saber al mundo que no le gusta nada de lo que están haciendo con su club.
¿Pero cómo se recupera o se cambia el Valencia? Dos caminos
Hoy me detendré en el económico y la influencia social. Cuando las cosas no van bien, todos aspiramos a un cambio y para mí, si queremos que algo de verdad cambie en el Valencia CF, pasa por dos opciones: que sea Peter Lim el que reflexione, cambie su planteamiento sobre el club y escuche más al valencianismo y tome decisiones deportivas y sociales coherentes; o que la economía del club le fuerce a tener que vender sus acciones o a reflexionar sobre su modelo.
Cualquiera de las dos opciones me parece complicada y más si no hay voluntad de Lim. Para lograr la primera, la presión social y deportiva puede servir, aunque nada garantiza el éxito. Para lograr la segunda, los acreedores y las instituciones tienen que tomar las riendas del asunto. En esta vía mientras pague las facturas, Lim será un cliente sensacional para los bancos y demás deudores del club. Otra cosa bien distinta y ahí se abre un resquicio por el que colarse, son los plazos con la venta de Mestalla y el traslado al nuevo estadio. Todos sabemos que ahí no va a cumplirse el tiempo que marca la ATE y que, aunque lo de la Cooperativa nos ilusionó a algunos, el COVID se llevó por delante cualquier amago de venta. Murthy dice en su carta que buscan soluciones, porque el estadio es el nudo gordiano a medio y largo plazo de la economía del club.
Ese esqueleto de hormigón que el propio Lim visitó nada más aterrizar el club, es la cárcel que le aprisiona a él, a las autoridades políticas y sonroja a los valencianos. Me consta que el club sabe que por ahí no puede pasar sin dar explicaciones como lo hace en otros asuntos, (sobre todo en las barrabasadas deportivas cometidas), y por ahí habría que apretar. Los medios recordando que está sin cumplir y las autoridades exigiendo que se cumpla. Esperaremos acontecimientos. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia