La ausencia de Banega, la planificación y los cambios de Montella

Los resultados a veces no te dejan ver más allá. Está claro que un mal equipo no se clasifica para la Final de la Copa del Rey, gana en Old Trafford, juega los cuartos de final de la Liga de Campeones y sale con dignidad casi siempre de los enfrentamientos contra los equipos más potentes de Europa. Un mal equipo no ocupa el sexto puesto del ranking UEFA y no tiene continuamente ilusionados a sus aficionados. 
Pero una mala plantilla sí hace eso a veces. Y la del Sevilla lo es, al menos, para la exigencia a la que está sometida. La diferencia entre titulares y suplentes es tan gigantesca que no existe un relevo de nivel para Banega, Nzonzi, Franco Vázquez, Lenglet y Escudero. Tiene un delantero que juega muy bien pero no marca, y otro que marca pero que no aparece, dos centrales que ya van al ralentí y varios jugadores con un nivel mucho más cercano al de compañeros de profesión que luchan por evitar el descenso que a sus propios compañeros de vestuario.
Con esto, lo que quiero decir es que la horrible planificación del Sevilla ha vuelto a 'cantar' contra el Bayern, sin menoscabo, eso sí, de decir que la gestión de partido de Montella fue espantosa. Poner a los 13 o 14 que valen no está reñido con hacer los cambios mucho antes. Pocas veces se habrá visto más clara la necesidad de realizarlos que este martes ante los alemanes, con el equipo pidiendo oxígeno durante 20 minutos. Pues bien, el primero, en el minuto 78.