Sevilla, no te pongas celosa
Ruego silencio. Que no se escuche un suspiro, pues Sevilla pernocta más triste que nunca. Lo hace sin su rey. El que recogió el relevo de San Fernando. Aquel que brindó más ilusión y regalos que los tres Reyes Magos de Oriente. El mismo capaz de dividir la ciudad, entre el amor y el odio, entre la idolatría y el desprecio, para luego unirla entre lágrimas. Once barras rojiblancas atravesaron su corazón, transformado en una estrella que ahora brilla desde el cielo.
El mismo lugar que le robó a la ciudad uno de sus profetas. Una de sus perlas más preciadas. Y es que Sevilla ahora está celosa, pues el Rey de Reyes fichó por el equipo más mágico del cielo. Allá donde las estrellas se juntan, donde el horizonte se funde con el sueño de nunca caer en el olvido. El edén en el que Antonio Puerta sigue haciendo de las suyas, para divertimento de Roberto Alés.
Ya te despediste. Arropado y siempre querido. Con el amor de los que te vieron crecer y en el infierno que te ayudó a escribir páginas históricas. Sólo se honra así a las leyendas. Pero ahora, José Antonio, aquí todos te echan de menos.
Lo hace tu familia, la que labró un diamante único en el mundo. También tus hijos, herederos de tu eterna sonrisa. Y cómo no, la ciudad. Tú ciudad. La misma en la que todos los sueños se cumplen. Donde el duende recobró la magia, con la que hechizó hasta a los que nunca creyeron en él. Porque ahora el derbi es menos derbi. Perdió veneno, perdió clase y lo más importante, perdió a su defensor más acérrimo.
Perdió a José Antonio Reyes, la leyenda por la que Sevilla se muere de celos. Por volverlo a acunar entre sus brazos, por volver a disfrutar de su magia, por volver a encapricharse de su ávida sonrisa.
Uno más de los grandes futbolistas del Sevilla se lo lleva el señor para que desde ayi nos dé más fuerza para seguir a los que nos quedamos aquí te queremos reyes
Uno más de los grandes futbolistas del Sevilla se lo lleva el señor para que desde ayi nos dé más fuerza para seguir a los que nos quedamos aquí te queremos reyes
In secula seculorum....
ETERNO!