Jennifer Suhr se cuelga la primera medalla de oro en Portland
La pertiguista estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica, consiguió hoy la primera medalla de oro en los Mundiales de atletismo en pista cubierta de Portland (Oregón) con una marca de 4,90 metros y, alegando molestias musculares, se despidió sin atacar su récord del mundo.Cuatro saltos, sin un solo fallo (4,60, 4,75, 4,85 y 4,90) llevaron a Jenny Suhr al escalón más alto del podio en el comienzo de los campeonatos del mundo en sala.
Los saltadores de pértiga tuvieron la oportunidad sin precedentes de acaparar toda la atención del público en el Centro de Convenciones de Oregón porque las dos finales constituían el único ingrediente del menú del primer día de competición.
Suhr, la última en ser presentada, recibió el mayor aplauso en los prolegómenos de la prueba.
La brasileña Fabiana Murer, campeona mundial bajo techo en 2011 y subcampeona al aire libre en Pekín 2015, no pudo con los 4,70, un centímetro por debajo de su marca del año, y terminó sexta con 4,60, empatada con la medallista de bronce al aire libre, la griega Nikoleta Kyriakopoulou.
Por primera vez en la historia cinco mujeres saltaban 4,70 en pista cubierta, y cuatro seguían en competición cuando la varilla se elevó a 4,85. Sandi Morris, que la semana anterior había batido a Suhr en esta misma pista para alzarse con el título estadounidense, fue la primera en superar esa altura, y a continuación, también al primer intento, lo hizo la campeona olímpica.
Para delicia del público, la final mundialista devino en un mano a mano entre las dos estadounidenses. La griega Ekaterini Stefanidi y la suiza Nicole Buchler fallaron un intento en 4,85 y se dejaron los dos siguientes para 4,90, altura que las dejó fuera.
Suhr, plusmarquista mundial con 5,03, saltó a la primera 4,90, mientras que Morris fracasaba dos veces y se dejaba, inútilmente, el tercer intento para los 4,95. La plata era su primera medalla internacional.
Con el oro a buen recaudo, y cuando los espectadores esperaban un asalto a su récord mundial en 5,04, la campeona olímpica renunció a seguir compitiendo, alegando unas molestias musculares que arrastraba de la semana anterior en los campeonatos nacionales.