Schippers provoca el delirio, Lavillenie la decepción

Dafne Schippers, gloria nacional de Holanda y estandarte de los Europeos de Amsterdam, provocó el delirio de sus paisanos en el estadio Olímpico al ganar la final de 100 metros con 30 centésimas de ventaja sobre la segunda, mientras que el francés Renaud Lavilleie fracasó por primera vez en ocho Europeos.Bajo la presión mediática y popular, en un estadio abarrotado en su honor, Schippers, feliz por ser la imagen de los campeonatos, sacó lo mejor de sí misma para ofrecer al público una victoria espectacular, con una marca de 10.90. La búlgara Ivet Lalova fue segunda con 11.20 y la suiza Mujinga Kambundi tercera con 11.25.
La holandesa voladora, émula de la legendaria Fanny Blankers-Koen, triunfó en el escenario donde hace 88 años, en los Juegos Olímpicos de 1928, la saltadora de altura Carolina Gisolf logró la primera medalla femenina para Holanda.
Desde que fue quinta en la final europea de 200 en Helsinki 2012, Schippers ha progresado hasta convertirse en una esprinter poderosa, capaz de plantar cara a estadounidenses y jamaicanas.
Su trayectoria deportiva emprendió un rumbo ganador en 2014 cuando batió en Glasgow los récords nacionales de 100 (11.03) y 200 (22.34). Un año antes había ganado como heptatleta la medalla de bronce en los Mundiales de Moscú, pero aquellas marcas de la capital escocesa la inclinaron hacia la velocidad.
Ese mismo año, en el estadio Letzigrund de Zúrich, logró el doblete europeo con arcas de 11.12 en 100 y de 22.03 en 200. El año pasado, en los Mundiales de Pekín, trasladó su hegemonía europea al ámbito mundial, conquistando el título de 200 y la medalla de plata en 100, sólo por detrás de la jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce.
Lavillenie, por el contrario, decepcionó a sus partidarios. Además del mundial (6,16), tenía uno de los récords más extraordinarios del atletismo: había competido en ocho campeonatos de Europa (cuatro al aire libre y otros tantos bajo techo) y los había ganado todos.
"He venido a Amsterdam por la medalla de oro. Ya tengo muchas, pero me gusta volver siempre con una. No me importa la marca, lo que quiero es la medalla de oro. Aunque fuera con 5,80, sería feliz ", comentó el francés a su llegada a la capital holandesa.
Sus tres títulos anteriores los consiguió con marcas de 5,85 (Barcelona 2010), 5,97 Helsinki 2012) y 5,90 (Zúrich 2014), y aquí llegaba en gran forma, como reflejaba su marca ganadora (5,95) en el campeonato francés, hace doce días.
Pero no midió bien las circunstancias, en un día de viento racheado, desapacible y frío. Empezó demasiado alto para un día así, en 5,75, una altura que eliminó a todos, incluido él mismo.
La medalla de oro fue para el polaco Robert Sobera con 5,60, igual marca que el checo Jan Kudlicka, segundo, y el bronce para el esloveno Robert Renner con 5,50.
Se daba la curiosa circunstancia de que ninguno de los finalista había podido con la primera altura que intentaba Lavillenie, de forma que, después de sus dos primeros nulos, el francés se halló en el brete de ganar la prueba o quedar eliminado sin marca, y esto último fue lo que sucedió.