Sabina Asenjo vivirá en Nueva Zelanda y se centrará en la temporada estival
La atleta olímpica Sabina Asenjo iniciará el próximo ciclo olímpico con un cambio de residencia ya que el próximo 13 de septiembre se trasladará a Nelson (Nueva Zelanda) donde residirá a partir de ahora, según ha confirmado a Efe.La discóbola berciana, que se había desplazado a la capital leonesa para poder entrenar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León a las órdenes de Carlos Burón, ha optado por este país por razones familiares.
Su intención, después de que concluya un periodo de descanso tras su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil) en el que supuso su debut en esta gran competición donde concluyó en la vigésimo tercera posición, es reanudar los entrenamientos bajo la supervisión de Burón.
"El está también de acuerdo con esta decisión y sería absurdo cambiar de entrenador cuando él ha sido parte importante en mi crecimiento como atleta en los últimos años y en poder empezar a acercarme a la elite internacional, por lo que confío plenamente en él", ha señalado.
La intención de Sabina Asenjo es preparar tan solo "un pico de forma" la próxima temporada, con lo que renunciaría a las competiciones en pista cubierta y centraría todos los esfuerzos en el campeonato del mundo que se disputará en Londres (Inglaterra) en el verano de 2017.
"Hasta abril no tengo previsto competir, salvo que se diera alguna competición propicia en Nueva Zelanda, y lo haría en España, porque la intención es intercalar etapas entre ambos países durante un tiempo para ver cómo va la experiencia", ha dicho.
La dominadora nacional de la disciplina de lanzamiento de disco se ha mostrado convencida de la idoneidad de dar este paso en su carrera "porque a lo atletas se nos achaca que a veces actuamos demasiado conformistas sin querernos mover de nuestro lugar habitual de entrenamientos y todo cambio siempre supone un aliciente a pesar de un salto tan radical", ha comentado.
Asenjo mantenía ciertas dudas antes de la cita olímpica sobre su futuro, pero éstas se han despejado a pesar de no lograr la clasificación para la final "porque un ciclo de cuatro años con tantas exigencias es duro, pero Río fue el empujón definitivo para intentar volver a vivir esta experiencia única y poder seguir quitándome esa sensación de novata en la elite", ha indicado.
De hecho, ejemplos como los de la saltadora Ruth Beitia, oro olímpico a los 37 años, han supuesto, según la plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, "que se quite la etiqueta de atleta veterana una vez superada la treintena, porque todo depende de las ganas y el deseo por seguir trabajando y mejorando", ha precisado.