Stupaczuk y Gutiérrez se cuelan en la fiesta de semifinales del Sevilla Open

La pareja argentina formada por el joven Franco Stupaczuk y Cristian Gutiérrez se han colado entre los cuatro mejores del Abierto de Sevilla tras vencer a sus compatriotas Maxi Sánchez y Matías Díaz, la dupla número tres del mundo, tras unos cuartos de final inolvidables para los aficionados al padel.La pareja argentina estará entre las cuatro mejores junto a los números uno Fernando Belasteguín y Pablo Lima; la número dos, Paquito Navarro y Daniel "Sanyo" Gutiérrez: y la número cuatro: Miguel Lamperti y Juani Mieres, quienes volvieron tras muchos torneos a visitar las semifinales en el circuito.
Han sido unos cuartos de final para enmarcar, con emoción, remontadas, polémica y hasta lágrimas. Con el sufrimiento de los grandes para sacar los partidos adelante, con el público volcado en las gradas y con dos nombres propios: los jóvenes Franco Stupaczuk y Juan Lebrón. Uno salió con la sonrisa en la boca y el otro llorando.
"Stupa" se convirtió por un día, y con el permiso del sevillano Paquito Navarro, en el héroe del Sevilla Open. Su magia y su poderío en la cancha encandiló a los miles de espectadores que abarrotaron el Pabellón de San Pablo, con un juego espectacular, junto a su compañero Cristian Gutiérrez, que acabó con la pareja tres, Maxi Sánchez y Matías Diaz en un tercer set de infarto.
Pasaron de tener la tercera manga ganada con solvencia -5-2- a casi perderla -Matías Díaz sacaba para ganar 7-5-. Pero el partido estaba para que se dilucidara en el tie break. Y resultó espectacular, con un joven Stupa dando un auténtico recital de saltos y remates que levantaron al público de sus asientos y con su veterano compañero dando clases de dónde colocar la bola.
Si el partido que abrió los cuartos fue para enmarcar, el que protagonizaron Navarro y Sanyo frente al argentino Adrián "Tito" Allemandi y el español Juan Lebrón fue apoteósico, ya que los número dos volvieron a coquetear con el abismo de la misma forma que hicieron en octavos de final y a punto estuvieron de ser eliminados.
Un partido largo y vibrante en el que se coló también la polémica. Casi tres horas en las que el ídolo local y su compañero volvieron a coquetear con el adiós al torneo, igual que ocurrió el día anterior en octavos de final contra Willy Lahoz y Pablo Lijó, que tuvieron el partido en la mano y se les esfumó.
Con 5-4 para la pareja Allemandi-Lebrón en el tercer set -en el que estuvieron 5-2 arriba- el árbitro, con saque para Sanyo, dio por mala una bola a la pareja hispanoargentina que previamente había dado por buena y que habría supuesto el 15-30. A partir de ahí Lebrón y Allemandi no volvieron a ser los mismos y se produjo la resurrección de Paquito y Sanyo por segundo día consecutivo.
Las lágrimas del gaditano Lebrón a su salida de la cancha tras una enorme ovación por parte del público es la clara muestra de lo cerca que tuvieron estar por primera vez en unas semifinales pero su tarjeta de visita en Sevilla es la de un enorme jugador que a los 23 años está llamado a protagonizar grandes éxitos en el futuro.
Antes de este partido Miguel Lamperti y Juani Mieres sellaron su pase a semifinales en un largo partido contra la sólida pareja Maxi Grabiel-Ramiro Moyano. Los número cuatro del mundo sufrieron también para colarse entre los cuatro primeros y tuvieron que llegar al tercer set para imponerse a sus rivales.
El último partido, jugado a horas impropias del deporte -se alargó hasta pasada la 1 de madrugada-, siguió la tónica de los anteriores y estuvo a punto de costarle la eliminación a los favoritos. En este caso a los números uno, Fernando Belasteguín y Pablo Lima, que perdieron el primero 6-3 y en el segundo estuvieron contra las cuerdas pero que se llevaron finalmente 7-5 para cerrar el choque en el tercero con un contundente 6-1.
El enorme partido realizado por Gonzalo "Godo" Díaz y Luciano Capra no fue suficiente para imponerse a una pareja demoledora en los momentos clave, que con toda probabilidad notaron en exceso que se trataba de su primer partido en el torneo, tras no haber podido jugar los octavos por la lesión de uno de sus rivales.