Lydia Valentín: "No me lo creo todavía, ha sido una competición increíble"
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La española Lydia Valentín, que se proclamó campeona del mundo absoluta este domingo en la categoría de hasta 75 kilos, aseguró que estaba viviendo un sueño "tras una competición increíble", en la que levantó un total de 258 kilos.
Envuelta en una bandera de España, con las tres medallas de oro (arrancada, dos tiempos y total) colgadas al cuello y una muñeca de "Minnie" en los brazos -compitió al lado del primer parque de Disneyland-, la deportista leonesa mostró su emoción, tras coronarse como la mejor de la categoría, haciendo buenos los pronósticos y coronando una carrera en la que ya había subido al podio olímpico y europeo.
"No me creo todavía que soy campeona del mundo. Ha sido una competición increíble, me he sentido muy bien. Sabía que era el momento, que era la competición, pero había que hacerla y en todo momento estaba convencida. Sabía que si luchaba por ello iba a ganar", dijo Valentín nada más bajar del podio a LaLiga4Sports.
Es la primera vez que una halterófila española gana una medalla de oro en un mundial absoluto, ya sea en categoría femenina o masculina, y ella lo ha hecho hasta en tres ocasiones. La primera de las medallas la logró en la arrancada, en la que no tuvo rival alguna, ya que, con el primer intento de 110 kilos se proclamó campeona en esta modalidad al superar en dos kilos a la segunda clasificada, la ecuatoriana Neisi Patricia Dajomes Barrera.
Con una seguridad aplastante, Lidia acudió a la barra para levantar de forma espectacular 115 y 118 kilos en su segundo y tercer intento, respectivamente. Con una diferencia de 10 kilos con respecto a Neisi tras la arrancada, Valentín tenía serias opciones de llevarse el título mundial, pero antes tenía que pasar por los dos tiempos. En esta prueba la española tuvo un poco más de competencia, pero eso no fue impedimento para que también se hiciera con el oro con 140 kilos.
En el primer intento levantó 130 kilos y pudo con los 135 en el segundo. Con esto, Lidia ya se convertía en campeona del mundo, tanto en dos tiempos como en total olímpico, y conseguía su tercera medalla de oro, y la más importante de las tres. No quiso renunciar a su tercer intento, pese a que ya no le hacía falta, y solicitó 140 kilos. De nuevo un silencio asombroso y, cuando Lidia hizo el movimiento válido el pabellón empezó a rugir como si de una halterófila local se tratase, y se vino abajo cuando hizo su gesto característico: el corazón con las manos.
"Estoy muy feliz. Sabía que era la favorita y he notado la presión, pero creo que al final lo he canalizado a mi favor y estoy muy, pero que muy feliz. No me creo que sea campeona del mundo", expresó.
Valentín se consagra así como la reina indiscutible de la categoría. "Lo tengo todo. He conseguido lo que soñé cuando era pequeña, cuando comencé a entrenar, y veo que el sacrificio siempre es la mejor opción", destacó.
Para el recuerdo, además, quedan sus nervios en el podio, cuando un problema con el himno, que no se sincronizó con la izada de las banderas, hizo que se retrasase la ceremonia y que sus lágrimas de emoción tuviesen que esperar.
"Estaba superemocionada, porque estaba ahí en el primer cajón en un Mundial. Quería sentir el himno, estaba deseándolo y, de repente, no sonaba el himno español y me quedé como: ¡No puede ser verdad. El mejor momento y dónde está el himno! Después han puesto otro himno que no sé de dónde es y luego han puesto el himno español y me he emocionado, porque la ocasión realmente lo merece", explicó la medallista que aseguró haber disfrutado mucho ese momento. "Cada competición es diferente, pero sentir el himno, sentirte campeona del mundo... He disfrutado este momento posiblemente más que otros", concluyó.