N.Favresse: "El camino a la cima o la renuncia está a veces en 2 milímetros"
Luis Enrique FácilHuesca, 20 feb .- El escalador belga Nico Favresse se ha enfrentado a lo largo de su carrera a las paredes más difíciles que se conocen en el planeta y aunque reconoce que le resulta muy complicado bajar de una pared a la que ha estado pegado durante días, "a veces, el camino a la cima o la renuncia está en un saliente de 2 milímetros".
Favresse, invitado en la edición de este año del Banff Mountain Film Festival en Huesca, se muestra convencido, en una entrevista concedida a Efe, que en las decisiones finalmente adoptadas a la hora de valorar y asumir un riesgo se combina una mezcla de razón y de instinto.
Es consciente de la repercusión de un anuncio grabado en Riglos (Huesca) para una operadora de telefonía en el que, suspendido en el vacío junto a sus compañeros, canta "Don't worry, be happy", pero esto no lo desvía ni un ápice de su verdadera pasión por una escalada del más alto nivel de la que forman parte la música y la diversión.
Asegura que el riesgo es siempre un factor en juego a evaluar y a tomar en consideración, a pesar de que, como él mismo reconoce, "es muy difícil bajar después de pasar muchas dificultades, porque sientes que la pared te llama".
Aun así, Nico Favresse ha tenido que renunciar en ocasiones a paredes a las que había dedicado un gran esfuerzo.
Porque, como explica, son puntos críticos de las vías iniciadas desde los que no llega a visualizar los al menos 2 milímetros de presa que necesitaría para introducir dos de sus dedos y continuar.
"A veces notas que hay riesgos, pero sientes que tu instinto te dice 'sí' y continúas; en otras ocasiones, el camino parece seguro, pero presientes que no lo es. Por eso, es necesario combinar en tus decisiones la racionalidad y el instinto", subraya.
La modalidad de Favresse es la escalada libre junto a sus compañeros, entre los que se encuentra su hermano pequeño Olivier.
Con todos ellos comparte su pasión por la escalada en vertical y por retos que le han llevado a superar niveles estratosféricos de 8c+ o 9a. Pero también comparten la pasión por la música y por la diversión.
Así que nunca se olvida de poner un instrumento en su mochila cada vez que emprende una nueva aventura, algo que, destaca, comenzó en las montañas de Yosemite (Estados Unidos) "como una broma", pero que ahora es parte indiscutible del grupo.
Según explica, "a veces se dan muchos tipos de dificultades para llegar a la pared que vamos a escalar o pasas muchos días en situaciones difíciles, y todo esto pesa mucho en la cabeza y se generan tensiones".
"La música -añade a renglón seguido- es una forma de divertirse, de liberar la tensión y de ser consciente de que estamos ahí para divertirnos; así escalamos mejor".
Nico Favresse concibe la escalada como una forma de vida especial, y asegura sentirse "conectado" a la naturaleza cuando asciende por una pared, "como si regresara a una forma primigenia de vida que es muy difícil de sentir en tu vida normal", subraya.
Esto hace que le resulte difícil pensar en tener una familia y un hogar, opción que no cierra pero que supedita a encontrar una pareja que "tiene que entender muy bien la vida que llevo", dice entre risas.
De momento, afirma que le gusta escalar con sus compañeros y su hermano, con los que, destaca, "me entiendo muy bien y no necesito a veces hablar para entendernos".
Asegura, además, que no le gustan las grandes expediciones que se planifican durante años y que prefiere las que se prepara con su grupo en un plazo máximo de dos o tres meses, porque, a su juicio, "así sientes aún que quieres ir".
"A veces, si planificas con dos años de antelación, al final, cuando llega la fecha, puede ser que no quieras ir", añade en relación a este punto.
Admite haber vivido momentos duros, y entre ellos, una ocasión en Groenlandia en que sufrió un accidente que le llevó a quedar bajo el riesgo de ser arrastrado por una gran roca que podía aguantar pero que no podía reequilibrar.
Nico Favresse pudo pensar en dos minutos las opciones que tenía y pudo saltar para salvarse, pero supo más tarde que una amiga suya había muerto ese mismo día en los Alpes en una situación similar a la que él se había enfrentado.
Esto le llevó a vivir un periodo de dos meses con dificultades para afrontar otros proyectos y a "replantearse" muchas cosas, aunque admite que en ningún momento pensó en dejar la escalada.
Respecto a proyectos, Favresse planea "volver a casi todos los lugares en los que estado y también en los que no, porque si te gusta la escalada, te gustan todas las montañas".