La keniana Nganga gana por tercera vez la carrera nocturna del Golfo

La keniana Grace Wambui Nganga tomó ventaja desde los primeros metros para sumar hoy su tercera victoria consecutiva en la Carrera Internacional del Golfo, celebrada en Veracruz, una de las pruebas nocturnas de ruta más importantes de Latinoamérica.Nganga ganó con 33:03 minutos, seguida de sus compatriotas Scola Jekpemoi (35:03) y Rebecca Jelagat (36:12).
La prueba se desarrolló en una superficie plana con buena temperatura, aunque hubo viento, a veces en contra, lo cual no impidió a Nganga mostrar una superioridad arrolladora.
En el kilómetro cinco la africana pasó a 16:10 minutos y aunque bajó el ritmo consecuencia del viento, el calor y la humedad, le sacó más de medio kilómetro a las otras dos medallistas.
En la prueba de hombres el cubano Richer Pérez, campeón de los Juegos Panamericanos, y el mexicano Daniel Vargas, anunciados como esperanzas latinas, no llegaron a Veracruz y el keniano Geoffrey Kenisi se impuso con facilidad.
Como hizo su compatriota Nganga, el portentoso Kenisi escapó luego de los primeros 50 metros; un rato se fue detrás del carro del cronómetro y luego del primer kilómetro ya llevaba más de 20 metros de ventaja.
Pasó el kilómetro cinco a 14:28 minutos, con posibilidades de establecer marca de la competición, pero al no tener presión bajó el ritmo y cubrió la segunda mitad en 15:25 para ganar con 29:53, por delante de su compatriota Stephen Mburi (30:33) y del mexicano Tomás Luna (30:52).
En la prueba participaron con buenas actuaciones algunas de las principales figuras de la época de oro del atletismo mexicano, como Dulce María Rodríguez, que a los 45 años terminó cuarta con 36:30 y ganó el título de la categoría máster, Martín Pitayo, campeón del maratón de Chicago en 1990, Martín Mondrangón, ganador del de Los Ángeles en 1988, y Marco Barreto.
La carrera Internacional del Golfo fue considerada la mejor de 10 kilómetros de México el año pasado cuando le entregaron el premio Rarámuri y hoy contó con unos 4.000 corredores recreativos que salieron a mejorar sus tiempos o convivir en un certamen que terminó cuando la noche había caído en el puerto de Veracruz.