Una ultramaratoniana diferente: sin entrenador y alimentándose con “pizzas, nachos y cervezas”
Si algo tienen que tener claro los deportistas es que para lograr los objetivos tienen que cuidar su alimentación al máximo y llevar una buena rutina de entrenamientos. Pero parece que Courtney Dauwalter, ultramaratoniana, no necesita nada de esto para conseguirlo.
La atleta estadounidense cuenta con un gran número de victorias en los últimos años. Desde 2019 ha ganado 19 de las 21 carreras en las que ha participado. Las dos únicas derrotas que tiene hasta el momento son en la Western States, la Hardrock 100, una prueba que abandonó por una lesión y la Ultra de Barkley.
En las carreras que ha participado no solo ha ganado en las pruebas de 100 millas, las de 250 tampoco se le resisten. La última que se ha llevado ha sido la Transgrancanaria que cuenta con un recorrido de 128 kilómetros y 7.000 metros de desnivel, algo que parece incompatible con la rutina y los hábitos que tiene.
La peculiar rutina de la mejor ultramaratoniana
Todos estos éxitos cosechados han hecho que en los últimos cuatro años haya sido elegida como la mejor ultramaratoniana del mundo por la 'Ultra Running Magazine’. Detrás del éxito de Courtney Dauwalter hay una rutina algo peculiar.
Ella misma ha confesado que lleva una alimentación diferente a lo que debería llevar una atleta de estas características. “Lo que más me gusta comer son pizzas, nachos y cerveza. Lo bueno es que es comida que puedo encontrar en cualquier lugar en el que compito”, dijo la estadounidense.
La ultramaratoniana tampoco tiene entrenador y asegura que se prepara para las pruebas ella misma. “La mejor forma para entrenarme es hacerlo sola y sin entrenador. Mi único plan es sintonizarme físicamente, mentalmente y emocionalmente. Eso es lo que yo necesito para evaluarme: No hay sólo un camino correcto para completar una carrera de 100 o 200 millas y yo cambio dependiendo de mis circunstancias”.
Aunque no es lo más recomendable, parece que a Courtney Dauwalter este método le funciona y le ha llevado a lo más alto del deporte. En 2017 logró ganar la Moab 240 imponiéndose a todos los participantes masculinos, algo que nunca se había visto en esta disciplina.