Las lágrimas de Ana Peleteiro y el orgullo de su marido desde la grada tras su gesta: “Mi mujer, mi guerrera”
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Ana Peleteiro consiguió el bronce en los mundiales de Glasgow
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Con un 14,75, se ha clasificado, además para los Juegos Olímpicos de París 2024
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Pudimos ver a la atleta emocionarse ante el orgullo de su familia
Ana Peleteiro lo ha vuelto hacer. Un año y tres meses después de haber sido madre, la atleta gallega se presentó a los Mundiales de Glasgow indoor. Si alguien era escéptico con su rendimiento, en la final de triple salto hizo callar todas las bocas: bronce mundial y billete directo a los Juegos Olímpicos de París 2024, su gran objetivo de la temporada.
La ribeirense festejó por todo lo alto su hazaña después de conseguir una histórica marca de 14,75 metros. Pudimos ver a la atleta bailando, sonriendo y mostrando la bandera española por todo el estadio. También la vimos en lágrimas por todo lo que suponía esa medalla. Desde la grada, Benjamin Campaoré, su marido, y su hija Lúa, veían como la madre llenaba de orgullo a la familia. “Mi mujer, mi guerrera”, escribía Benjamin. “Soy el marido más orgulloso del mundo”.
La hazaña de Ana Peleteiro en los mundiales
La atleta gallega empezó con un salto muy conservador la final de triple salto. 13,93 metros que le dejaban en cuarta posición. A su lado, la dominiquesa Thea Lafond cerró la final en el segundo salto con un incontestable 15,01. En esa ronda, Peleteiro alcanzó los 14,69. Un salto que le aseguraba el podio y que permitía a la atleta competir con cierta soltura.
El tercer salto, 14,64. El cuarto, nulo. A estas alturas, la gallega seguía aferrándose a la plata mundial. Sin embargo, la atleta cubana Leyanis Pérez Hernández ponía el marcador de la plata en 14,90 metros. No tardó la gallega en cerrar la tercera posición. En el quinto salto, un 14,75 que ponía la pelota en el tejado de Keturah Oriji.
La estadounidense firmó su final con un 14, 36 que declaraba que Ana Peleteiro se subiría al podio en Glasgow. La marca de la española no solo supuso el podío y el billete a París. Se trata de mejor marca española de la historia bajo techo.
