Carou: "En ningún momento se ha visto la verdadera Argentina"
El capitán de la selección argentina de balonmano y pivote del Abanca Ademar, Gonzalo Carou, ha justificado el gris papel obtenido en el mundial de Francia -decimoctava posición- en "la irregularidad mostrada a lo largo del campeonato, sin que se viera su verdadero potencial", según ha comentado a Efe.El veterano jugador, que disputó su décimo campeonato del mundo, ha reconocido que el combinado albiceleste se ha mostrado "muy lejos de las expectativas y el nivel con el que se acudía al torneo, frente a lo que se había ofrecido en los Juegos Olímpicos o en otros mundiales como Catar o Suecia".
Carou ha resumido en el último partido disputado ante Polonia lo que fue el campeonato, con diferentes caras, porque después de ir ganando hasta por cinco goles, acabaron encajando un parcial de 0-7 en los últimos diez minutos, por lo que despidieron "con un sabor amargo".
Sin embargo, la trayectoria en el mundial ha marcado buenos momentos ante Dinamarca o Suecia, según ha explicado, aunque tuvieran que reunirse para buscar "mayor actitud e intensidad, que apareció posteriormente, cuando el equipo tuvo más garra, hambre y entrega, con mejoría defensiva, pero fallando en ataque".
Por eso ha calificado el mundial, que todavía está en marcha, como "un torneo malo para todos en general, irregulares, con chispazos y desconexiones, pero siempre faltando algo".
A pesar de la decepción, el capitán de la selección argentina ha reclamado "calma y tiempo para analizar fríamente lo sucedido, sin tomar medidas en caliente", aunque ya haya habido algunas consecuencias como la renuncia a continuar del cuerpo técnico, con Eduardo Gallardo a la cabeza, o la despedida del jugador Pablo Portela.
Carou sigue manteniendo la intención de continuar, si los nuevos responsables de la selección así lo entienden, formando parte del grupo al que ha pertenecido durante tres lustros "porque hay tiempo suficiente para crecer y preparar la clasificación para los siguientes Juegos y ese sigue siendo el sueño personal".
A nivel individual, Carou ha reconocido que su papel en este mundial ha sido menos destacado que en otros porque le costó arrancar "ya que quizá tenía la cabeza en otro sitio", puesto que coincidió con el nacimiento de su segunda hija, y además estuvo condicionado por los problemas físicos que le produjo un golpe en el encuentro ante Egipto, con una distensión en el tríceps del brazo derecho.