Carou engrandecerá su palmarés en Tokio 2020, donde dirá adiós a la selección
El capitán de la selección argentina de balonmano y jugador del Abanca Ademar, Gonzalo Carou, engrandecerá su trayectoria con la albiceleste con su presencia en sus terceros Juegos Olímpicos en Tokio 2020, después de imponerse en la final de los Juegos Panamericanos de Lima (Perú) a Chile por 31-27.
El pivote de 39 años confirmó a Efe, en conversación telefónica desde la capital peruana, que en la capital asiática pondrá fin a una longeva etapa con el combinado, ahora dirigido por el leonés Manolo Cadenas, con el que también coincidirá la próxima temporada en las filas ademaristas.
"Será el momento ideal para cerrar una larga etapa y el colofón a muchos años de trabajo y entrega a la selección", señaló el veterano jugador, que puede presumir de ser el que más campeonatos del mundo -diez- ha disputado en la historia del balonmano.
Además de esa decena de mundiales, Carou también estuvo presente con la selección argentina en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y de Río de Janeiro 2016, para culminar el periplo olímpico el próximo año en Tokio.
El oro logrado en los Juegos Panamericanos de Lima (Perú) fue el segundo conquistado con la albiceleste, tras el de Guadalajara 2011, aunque en esta ocasión fuera frente a un rival, en principio, inesperado, como la selección de Chile dirigida por el navarro Mateo Garralda.
"Es cierto que todos parecíamos esperar una final Argentina-Brasil, que ha sido una constante en las dos últimas décadas, con una única excepción, pero Chile realizó un gran campeonato y mereció estar en la lucha por la plaza olímpica", señaló el jugador ademarista.
En la final del campeonato volvieron a encontrarse ambos equipos que ya se habían medido en la fase de grupos, también con victoria argentina, pero más ajustada (29-31), mientras que en la segunda ocasión "se pudieron retocar algunos detalles con respecto al primer partido y se llegó de manera más holgada a los últimos minutos", precisó.
Para Carou, volvió a demostrarse que la escuela española de entrenadores "tiene un sello propio, como también se ha puesto de manifiesto a nivel de clubes en la Liga de Campeones".
En la lucha por la plaza olímpica el pivote argentino se encontró con quien será su compañero la próxima temporada en el Abanca Ademar, el central Erwin Feuchmann, una de las incorporaciones del equipo leonés y al que considera "un gran jugador, aunque en esta ocasión solo se le ve como rival y no quería estar todo un año en el vestuario recordando una derrota", bromeó.
En la mente de todo el combinado argentino estuvo otro ademarista, el lateral Federico Vieyra, quien se perdió la cita en Lima a causa de una intervención quirúrgica -arritmia cardíaca- de la que se sigue recuperando.
"Hemos estado en contacto en todo momento con él y ha sido partícipe, como el primero, del éxito conseguido y solo hay que esperar que pueda disfrutar de lo logrado dentro de unos meses", recalcó Carou.