Gass y Katz valen una final

Si sobre el papel, en la previa, decíamos que VRAC era el equipo con mas porcentaje de posibilidades de llegar a la final, resultó todo lo contario. El SilverStorm se mostró más cómodo en San Roman, controlando todo el partido. Mientras que los queseros sufrieron algo más en el marcador.

 
Las terrazas presentaba la mejor entrada de su historia en División de Honor para recibir a los vallisoletanos, un ambiente de semifinales que transmitía entusiasmo y fervor desde la grada madrileña para los dos equipos. Sobre el terreno de juego los dos equipos presentaban sus mejores galas y el dominio se alternaba durante los minutos iniciales del encuentro. Sólo los golpes de castigo decidían el marcador, por un lado Gareth Griffit y por el otro Santiago Fernández. LA primera parte avanzaba y el control pasaba de un lado al otro tanto como los pateadores eran capaces de acertar a palos. El conjunto de Merino más serio en defensa, sabia mantener a los madrileños lejos de la zona de pateo. Cosa que no sucedía con los discípulos de “Tiki”, que permitían a Gass lucirse en los lanzamientos. Al descanso el VRAC ganaba 3 a 9.
La segunda parte, mucho mas intensa y dura, los madrileños buscaban desesperar a la defensa quesera, pero llevando las acciones al límite, lo que les costó un Sin Bin, castigado por Gallestegi. Los queresos aprovecharon para fundamentar su ataque y ampliar la distancia en el marcador llegando a obtener un 6-18. Fue el momento de Alcobendas que se lanzo al ataque de forma desesperada, a falta de 10 minutos Mauri consigue un ensayo, pero Berny Hall le responde de la misma manera, 13-25. Con más corazón que cabeza, con rabia y voluntarismo los madrileños asedian la defensa contraria, no queda tiempo, pero eso no les detiene y La Terrazas ayuda con sus cantos, un último ensayo coloca el marcador en el definitivo 20-25. Un victoria labrada en la primera parte gracias al pateo de Gass y la soberbia defensa azulona.
Y los ojos puestos en San Román, el SilverStorm dominó toda la primera parte en San Román, como ya ocurriera en el partido de liga Sam Katz se mostraba intratable en el lanzamiento a palos y los bisontes no eran capaces de mantener alejado el ataque vallisoletano, así que Golpe de Castigo sancionado, resultaba en 3 puntos en el marcador. Una vez más Steward fuer el único capaz de reventar la defensa chamiza con un ensayo. Pierce intentó un patada de 70 metros que resultó imposible, pero con el tiempo ya cumplido 5 a 19 para los vallisoletanos que tenían mejores sensaciones que siete días atrás.
La segunda parte estuvo más igualada aunque los cantabros cometían muchos errores que les obliga a perder metros. Los de Juan Carlos Pérez tenían la lección bien aprendida y apenas cometían errores en defensa, atacando de forma muy inteligente y sin apenas perder balones. Sam Kat, excepto una excepción, transformaba todo lo que ponia en el aro, esta seguridad se transmitía a su equipo. En el minuto 5 de la segunda parte, con un marcador de 5 a 26, los vallisoletanos supieron administrar el marcador y los tiempos de juego, dejando agotarse a la delantera bisonte. Y así se llega a los 10 últimos minutos, con un ensayo de Guido para Bathco y el final del encuentro con 12 a 26. Al final el partido “difícil resulto el fácil”, mejor dicho, el más claro. Pero eso lo decimos a “toro pasado”.
Final vallisoletana en Pepe Rojo y de nuevo la fiesta del balón oval llenará la ciudad del Pisuerga que se convierte otro año más en la capital del rugby nacional.