Auger-Aliassime mantiene la confianza pese a perder la final de Río
El tenista Felix Auger-Aliassime, la promesa canadiense de 18 años que este domingo cayó en la final del Abierto de Río de Janeiro, afirmó que esta derrota no le quita el sueño y que sigue confiado para el resto de la temporada.
"No perderé mucho el sueño por esta derrota. Mantengo mi confianza", afirmó el canadiense, que se consagró como el tenista más joven del mundo en disputar una final de un ATP 500.
Pese a haber sorprendido en Río y haber llegado a la final tras eliminar el sábado al uruguayo Pablo Cuevas, campeón del torneo en 2016, Auger-Aliassime cayó en el partido por el título frente al serbio Laslo Djere, de 23 años, que igualmente disputó su primera final de un ATP 500 y conquistó el primer título ATP de su carrera.
El finalista en Río, cuyos 300 puntos conquistados pueden ayudarlo a escalar desde el lugar 104 en la clasificación hasta cerca del 60, lo que lo convertirá este lunes en el primer tenista de 18 años en meterse entre los 100 mejores del mundo, afirmó que mantiene la confianza para el Abierto de Brasil, en el que debutará el próximo martes en Sao Paulo.
"Voy a Sao Paulo para seguir jugando y creciendo", dijo.
El canadiense admitió que se equivocó mucho en los servicios y que perdió un número exagerado de puntos por dobles faltas (9) en la final de este domingo.
"Mi segundo servicio se derrumbó por alguna razón", admitió la joven revelación canadiense en la rueda de prensa que concedió tras la final.
Agregó que "física y psicológicamente estaba muy mal", lo que atribuyó al gran esfuerzo que hizo el sábado en la semifinal para derrotar por 6-3, 3-6 y 6-3 a Cuevas, el 63 del mundo y campeón en Río en 2016, y que estaba "decepcionado" con su partido de este domingo.
Auger-Aliassime, que en la primera ronda eliminó al italiano Fabio Fognini (16), el segundo favorito en Río, se despidió como el tenista más joven en disputar una final de un ATP 500, título que pertenecía al alemán Alexander Zverev, que lo hizo en Halle 2016 cuando tenía 19 años.
El canadiense confirmó su carrera de tenista prodigio en Río tras haberse convertido en el primer nacido en el siglo XXI en ganar un partido de ATP, en el más joven en puntuar en la ATP, en el más joven en ganar un partido del cuadro principal de un Challenger y en uno de los pocos del mundo con cuatro títulos Challenger a su edad.
El Abierto de Río se disputó desde el lunes pasado en las canchas de tierra batida del Jockey Club Brasileño y otorgó al campeón un premio de 369.000 dólares y 500 puntos ATP, y al otro finalista 185.325 dólares y 300 puntos ATP.
