Paula Badosa reconoce sus problemas de salud mental en sus inicios: "Nunca me he avergonzado"
-
La tenista catalana se ha sincerado sobre la depresión que sufrió en sus inicios
-
Las comparaciones le generaron una presión excesiva
-
Paula Badosa pone fecha a su deseo de ser madre: "Tengo instinto maternal"
Paula Badosa se superó el pasado mes de enero y alcanzó las primeras semifinales del Open de Australia. Por primera vez sobrepasó los cuartos de final de un grande y la catalana sueña con, al menos, repetir ese resultado en los próximos torneos.
En una entrevista concedida a la tenista francesa Caroline Garcia en su podcast 'Tennis Insider Club', la española ha recordado los problemas de salud mental que sufrió en sus inicios en el mundo del tenis.
Y es que tras ganar el Roland-Garros júnior en 2015, con tan solo 17 años, sobre su figura se crearon unas expectativas que la generaron una gran presión.
Paula Badosa, sobre sus problemas de salud mental
"Cuando tenía 18 años y era una muy buena jugadora júnior, dar ese paso adelante no era fácil. Empiezas perdiendo, y la gente cree que eres la próxima Sharapova. '¿Por qué no está en el top-10 todavía?' Y no estaba ni en el top-100 en ese momento. Mi capacidad mental no estaba preparada para ese tipo de expectativas", cuenta la tenista.
Entonces, Badosa vivió momentos muy duros que incluso le sumieron en una depresión. Sobre ello, Paula no tiene problema en hablar, pues le han ayudado a ser ahora la deportista que es. "Nunca me he avergonzado de decir esto. He tenido problemas de salud mental. Hoy, cuando pienso sobre eso y miro atrás, soy feliz por todo lo que he superado, porque eso me ha hecho la jugadora o la persona que soy. Una luchadora", confesaba.
La catalana se sincera sobre su experiencia en el tenis
En la entrevista, la atleta nacida en Manhattan ha ahondado en el trabajo a nivel mental que conlleva el deporte de élite.
"Yo siempre he dicho que amo este deporte, pero en este momento de tu vida se convierte también en un trabajo. Y se convierte en responsabilidad, en presión, en expectativas. Es muy difícil de manejar porque, como siempre digo, tu cerebro no está preparado para manejar ese tipo de cosas cuando tienes 18, 19... no antes de los 25. Quizá estaría preparada para esto con 40 años, pero es demasiado tarde. El proceso de madurez tiene que ser súper rápido", apuntaba.
"Cuando era joven no disfrutaba mucho los partidos. Y me ponía más presión. Después de la lesión he cambiado un poco. Por supuesto no estoy súper feliz si pierdo, no 'disfruto el viaje' o esos clichés que se dicen, pero estoy disfrutando un poco más, ¿sabes? Intento buscar momentos para sentarme y hablar conmigo misma y decirme: 'Wow, tú eres realmente afortunada'. Yo nunca decía eso antes. Antes de la lesión decía 'quiero más, no es suficiente', 'si ella gana, yo necesito ganar tres veces más'. No puedes someterte a esa presión todo el tiempo. Ahora estoy orgullosa de mí misma, de este año, he vuelto a disfrutar, intento disfrutar. He aprendido de la forma más dura, pero me ha ayudado", zanjaba en la entrevista con el medio mencionado.