La transformación del meta de Giratina en Pokémon Pocket pasa por el Caramelo Raro para acelerar el juego hasta niveles insospechados. La carta, muy conocida en el juego de cartas físico, llega ahora al juego de móviles en la actualización de este 30 de abril con la expansión Guardianes Celestiales. Y va a ser especialmente poderosa.
Los mazos tal y como los conocemos van a cambiar mucho en Pokémon Pocket. El Caramelo Raro es el componente definitivo para los mazos agresivos con un ciclado extremo, algo existente en el JCC pero aún más en decks de 20 cartas. El objeto permite evolucionar un Pokémon Básico directamente a su Fase 2 saltándose la Fase 1.
Eso significa llegar a un Charizard en sólo dos turnos si se cumplen ciertos condicionantes. La carta de la Fase 2 debe estar en mano y el Caramelo Raro no funciona en el primer turno ni en un pokémon básico recién puesto en juego. Eso reduce las posibilidades, pero aún así pinta a ser una carta muy rota.
La primera premisa fundamental es que hay que introducir dos copias del Caramelo Raro en el mazo para que sea relevante. A partir de ahí todo pasa por el buceo para llegar a los pokémon de Fase 2 que mejor pueden aprovechar el objeto.
Por combo con el Caramelo Raro hay un pokémon que toma ahora mucha más relevancia y ese es Meowscarada. Aunque es bastante importante en el meta actual, lo puede ser mucho más porque la búsqueda de Sprigatito de pokémon de tipo planta aceleran mucho la condición de victoria.
Si el Caramelo Raro aparece en mano en los dos primeros turnos, puede suponer un ataque de Meowscarada en el segundo turno de juego. Si no hay más pokémon en el mazo, la entrada de la Fase 2 está asegurada y la única duda la búsqueda de la carta de partidario. Por eso es fundamental en un mazo de mucho ciclado con profesores y poké ball. Primero el uso de la poké ball, luego el profesor y posteriormente el ataque de Sprigatito. Y quizás también e-Nigma.
Meowscarada es el nombre más obvio, pero hay nueve opciones bastante interesantes para darle vida a personajes. Charizard, Gengar o Beedrill son opciones tan opuestas como interesantes y tienen su razón.
El meta hablará por sí mismo pero lo lógico es introducir alguno de estos mazos agresivos sin la presencia de los pokémon de Fase 1. No debe ser algo habitual pero en determinadas ocasiones puede ser la mejor baza para conseguir un segundo turno con una Fase 2 y un daño extremo.