Desolatium, una aventura gráfica de las de antes con horrores lovecraftianos

Existe una subcategoría dentro de las aventuras gráficas que, si bien no han sido las más populares del género, han tenido sus público y algunos juegos notables: las aventuras gráficas 'point and click' basadas en nodos. Estas aventuras de 'marcar con el puntero del ratón', que tuvieron en la saga Myst su exponente más característico, se alejan de aquellas otras que popularizó Lucas Arts. Aquí tenemos una perspectiva en primera persona, podemos girar 360 grados para observar el escenario que nos rodea pero, para desplazarnos o interactuar con el entorno, tenemos que marcar en los objetos que lo permiten.

Este es un género que podemos considerar obsoleto o 'retro', pero los desarrolladores españoles de Superlumen lo han abrazado con pasión para construir una aventura gráfica oscura, lúgubre y sorprendente con una historia basada en los mitos de H.P. Lovecraft detrás. Desolatium es un título con unapartado gráfico tremendamente original, que mezcla fotografías reales renderizadas con una estética punk que no deja indiferente. Un juego imprescindible si te atraen los mitos de Cthulhu, pero que puede echarte para atrás por sus mecánicas, que aunque curiosas de ver en un título de 2024, no dejan de parecernos anacrónicas.

Desolatium se lanzó hace unas semanas en Playstation y Nintendo Switch y, aprovechando que ahora llega a PC nos hemos adentrado en los horrores cósmicos de su singular propuesta. El juego llegó a Epic Store, Steam y Windows Store el pasado 8 de abril a un precio de 14,99 euros.

Investiga y escapa de los adeptos de Cthulhu

Desolatium es una aventura gráfica en primera persona, donde no meteremos en la piel de cuatro personajes distintos (Sophie, Carter, James y Christopher) con los que iremos completando un puzle que irá dibujando una compleja trama de misterio y horror en torno a los seguidores de una antigua secta, que realizan ritos y experimentos horribles para preparar el advenimiento de una deidad arcana y destructora. En el juego estamos suspendidos en mitad de la habitación de turno, sin poder desplazarnos pero pudiendo mirar en cualquier dirección y pudiendo activar con el puntero del ratón los 'nodos' u objetos con los que podemos interactuar., Algunas puertas pueden abrirse, algunos objetos pueden recogerse, algunos elementos pueden pulsarse o actuar sobre ellos y otros nodos nos conducirán hacia otro escenario.

Estas mecánicas, que llevamos sin usar un par de décadas, son difíciles de asimilar, pero son las elegidas por los desarrolladores para que nos centremos en la historia, en los diálogos (con un doblaje al español más que correcto), en los impactantes entornos, que están construidos con fotografías reales renderizadas en 3D, y en los pequeños detalles (que es donde se esconde el diablo, como es bien sabido). Toca explorar y resolver los puzles (sencillos en su gran mayoría) para seguir avanzando.

El juego es más o menos sencillo de completar, con una seria dificultad en la exploración de los entornos. Algunos están tan plagados de objetos que es realmente difícil saber cuales son aquellos con los que podemos actuar o los que esconden algún secreto por descubrir. Nada los destaca ni nos da ninguna pista. Así que muchas veces nos pasamos unos cuantos minutos barriendo la pantalla con el ratón para ver si encontramos ese objeto o pista que nos falta para avanzar. Esto era algo que ocurría también en aquellas aventuras de principios de los 2000, pero siempre fue un fastidio.

Cuando hay diálogos entre personajes el juego superpone unas imágenes fijas de los personajes, como dibujadas estilo viñetas de cómic, que rompen un poco la atmósfera del título. Nada tienen que ver con las imágenes realistas de los entornos y no se parecen en nada a los personajes que vemos en el juego. Esto nos ha dejado una sensación un tanto mala.

Las conclusiones de Desolatium

El juego es realmente fácil de superar y afortunadamente tiene una muy trabajada historia que encantará a los fans de Lovecraft. Pero a nivel jugable deja mucho que desear. Las imágenes de los entornos sorprenden por esa mezcla de fotografia real y realidad 'pintada a mano' y esa oscura y original iconografía. La banda sonora también merece un aprobado muy alto.

Lo mejor

• Su estética y el uso de imágenes reales
• Su historia basada en los mitos de Lovecraft

Lo peor

• La mecánica resulta obsoleta y un poco desesperante
• Demasiado sencillo y plano

60/100