Another Crab's Treasure: cuando los cangrejos no te dejan ver el soulslike

Hace unos meses nos hacíamos eco de la llegada de Another Crab's Treasure, un llamativo soulslike protagonizado por un cangrejo y que, a pesar de su aspecto colorido y su semejanza a una serie de dibujos animados, encierra un peliagudo RPG de acción bajo las aguas de un océano repleto de basura por culpa del ser humano. Un título que engaña por su apariencia pero que, si eres capaz de mirar más allá, puede ofrecerte un buen puñado de horas de acción 'profunda'.

Y es precisamente este aspecto de dibujo animado, de colorida animación que parece sacada de un capítulo de Bob Esponja, lo que puede echar atrás a muchos aficionados al género. Pero Another Crab's Treasure esconde un soulslike bastante solvente y que puede atraparte con un juego desafiante que puede llegar a las 15 horas. Eso sí, puede que identifiques este género con la fantasía oscura y no te cuadre este alegre y desenfadado fondo del océano repleto de peces, crustáceos y plásticos.

No sin mi caracola

El juego nos mete en el papel de Krill, un cangrejo ermitaño al que un despiadado cobrador de impuestos le arrebata su casa favorita: una preciosa concha de nácar ideal para cubrir su culo de crustáceo y protegerse de los depredadores. En busca de recuperar su concha, Krill tendrá que abandonar su tranquila poza de marea y sumergirse en el fondo del océano, donde los peligros son constantes y los combates con enemigos de todo tipo surgen a cada paso. Para defenderse, el pobre y frágil cangrejo ermitaño contará con un tenedor como espada y toda clase de basura que le sirva de caparazón y casa temporal (una copa, un vaso de chupito, una lata de conservas, un tapón de plástico...) para utilizar como escudo.

Los combates son peliagudos pero divertidos, y los NPC's y los jefes son muy divertidos y todos suponen un desafío al que hay que prestar mucha atención para poder superar. Y aquí las habilidades especiales las aportan los diferentes caparazones que elijamos equipar. Con ellos podemos desplegar ataques especiales y utilizar parrys, esquivas y contraataques. Por ejemplo, una lata de refresco nos permite lanzar burbujas que causan daño a los enemigos y con un vaso de chupito podemos lanzar trozos de cristal cuando sufrimos un ataque.

La progresión de Krill no sólo se limita a la elección de caparazón, sino de una serie de 'accesorios polizón' que mejoran sus estadísticas de ataque y defensa y que podemos obtener cuando derrotamos a un jefe o a cambio de la peculiar moneda del juego: unos trozos de plástico que obtenemos derrotando a NPC's o explorando el entorno. Esto hace que cada vez tengamos más armas para enfrentarnos a los rivales, que son muchos y duros de pelar.

Tenemos un botón para fijar enemigos, un botón para rodar y los botones para atacar y cubrirnos. Esto, cuando le cogemos el punto junto a las habilidades y magias de los caparazones, nos otorga muchas más para enfrentarnos a los enemigos, que suelen contar con rutinas que hay que aprender para como enfrentarnos a ellos. Es cierto que no hay muchísima variedad de enemigos y que los combates nos han causado algunos problemas molestos (como la cámara, que a veces nos encerraba junto a objetos y no permitía que viésemos bien la acción), pero en general la experiencia ha sido desafiante y satisfactoria.

Un océano lleno de color y basura

El pilar del juego son sus profundos combates y la progresión del personaje, que irá ganando enteros y nuevos caparazones para explotar sus prodigiosas capacidades. El título es entretenido y funciona bien y nos va contando una historia que encierra mucho más que la necesidad del pobre Krill de recuperar su caracola perdida. En el trasfondo de la historia siempre flota el poder ilimitado de las corporaciones, el destructivo capitalismo salvaje y la tendencia del hombre de maltrato el planeta y contaminar los mares.

Todo con un apartado gráfico colorido y sorprendente, donde destaca el diseño de los personajes más que el de los escenarios, que nos han parecido un poco vacíos y faltos de detalles. Las voces de los personajes tienen un gran nivel (auqnue en inglés) y la banda sonora cumple con nota. En general, estamos ante un juego bien diseñado y bien acabado, que sorprenderá al os fans del género si son capaces de darle una oportunidad. No es perfecto, pero hace muchas cosas bien.

Lo mejor: 

• El aspecto gráfico y lo colorido de la propuesta. 
• Los combates funcionan y son desafiantes. 
• Los caparazones y sus habilidades y magias. 

Lo peor: 

• La cámara nos ha dado algunos dolores de cabeza. 
• Poca variedad en los enemigos y su aspecto puede echar atrás a algunos jugadores. 

70/100