Nikoderiko: The Magical World, un adorable plataformas noventero con mangostas

Tiene un nombre raro, de acuerdo, pero cuando lo veas en movimiento o lo pruebes te vas a enamorar de esta mangosta con vocación aventurera y plataformera. Nikoderiko: The Magical World es un título de plataformas adorable creado por el estudio indie con base en Chipre, Vea Games. El juego se presenta como “una carta de amor a los plataformas clásicos de los 90” y, desde luego, eso es lo que ofrece. Tras unas horas jugando, te das cuenta de que este encantador juego toma prestados muchos ingredientes de títulos como Crash Bandicoot o Donkey Kong Country, pero también cuenta con su propia magia y nuevos elementos frescos que enganchan tanto a veteranos como a novatos del género.

Nikoderiko está ya disponible por menos de 30 euros para Nintendo Switch, PlayStation 5 y Xbox Series S|X y aunque llega con voces en inglés, cuenta con textos en castellano. Un precio muy competitivo para una aventura realmente bien acabada y muy disfrutable con ese toque nostálgico en cuanto a diseño de niveles y mecánicas. Un título que se puede disfrutar solo o en un genial modo cooperativo local, donde dos jugadores pueden compartir partida encarnando a las dos mangostas protagonistas.

Una historia de tesoros, tribus y serpientes malvadas

La historia de Nikoderiko sigue a dos personajes principales, Niko y Luna, un par de adorables mangostas ‘pirata’ que navegan en un barco volante de lo más chulo. Ambos se embarcan en una aventura para recuperar un artefacto robado por el malvado Grimbald y su ejército de Cobring, una pandilla de serpientes cobra con muy malaleche. Aunque la trama no es particularmente profunda o revolucionaria, es suficiente para mantener nuestro interés mientras desplegamos los dotes de aventurero de Niko (y de Luna si jugamos con un segundo jugador).

Lo interesante de la narrativa no es tanto lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. La historia se desarrolla a través de escenas animadas bellamente renderizadas y diálogos con un gran trabajo de doblaje (en inglés). No es un guion que vaya a cambiar la historia de los videojuegos, pero tiene un aire de cuento infantil que le da un encanto especial, y tiene ese aroma a las sencillas, pero potentes historias de aventuras de los héroes de videojuego de los 90. Niko y Luna irán conociendo personajes secundarios a medida que avanzan en la isla donde se desarrolla la aventura, además de muchos y muy variados enemigos a los que sortear.

Un modo cooperativo para destacar

Nikoderiko: The Magical World ofrece un modo de juego cooperativo local que es, sin duda, uno de los mayores puntos fuertes del juego. Puedes jugar toda la aventura en compañía de un amigo, y la cooperación entre Niko y Luna es uno de los aspectos más trabajados. Mientras uno de los jugadores realiza saltos precisos o se enfrenta a enemigos, el otro puede explorar nuevas rutas o ayudar en combate, lo que añade una capa de estrategia al juego.

La dinámica en cooperativo es ligera y muy divertida, perfecta para una tarde de juego en pareja o con amigos. Las risas están garantizadas cuando tu compañero de juego comete un error en un salto o pierde una vida y cuando hay que coordinarse para abrir una puerta o activar una palanca, lo que recuerda a los mejores momentos del multijugador de sofá. Sin embargo, si prefieres jugar solo, no te preocupes, el juego sigue siendo igual de disfrutable, permitiéndote alternar entre los dos personajes cuando lo necesites.

Plataformas clásicas y nada de armas

La jugabilidad de Nikoderiko sigue las reglas de oro de los juegos de plataformas clásicos, pero con algunas mecánicas modernas que lo distinguen. Una de las sorpresas es que en el jeugo se alterna entre los niveles en 2D y 3D, y lo hace de una manera completamente fluida y natural, sin cortes ni cargas. Pasamos de secciones de jugabilidad 2D con una vista lateral a secciones en 3D solo con un giro de cámara. En este momento el nivel gana profundidad y, de manera totalmente intuitiva, estamos moviendo a nuestra mangosta hacia el fondo, manejando la cámara y sus movimientos y saltos como en una partida de Sonic o Mario en su etapa de tres dimensiones.

El juego pone el foco en la habilidad y el juego de plataformas más clásico. Los saltos  saltos precisos, la interacción totoal con el entorno. la recolección de objetos y recompensas y la resolución de sencillos rompecabezas para seguir adelante son la clave de todo. Y los controles y habilidades de las mangostas son realmente sencillos: corre, salta, mantén el botón de salto pulsado para saltar un poco más alto y vuelve a pulsar el botón de salto en el aire para desplegar un pequeño paracaídas y planear. Además tenemos un ataque, cuerpo a cuerpo, que hace que la mangosta se lance al suelo y se deslice, sirviendo tanto de ataque como de dash. Si pulsamos el ataque en el aire, la mangosta se lanza con un ataque fuerte al suelo.

Estos son los únicos controles y las mangostas no portarán arma ninguna, tan solo pueden coger algunos objetos y arrojarlos. Así, la importancia de las plataformas es total. Y el combate, por llamarlo de alguna manera porque realmente no hay combate, se limita a deshacernos de los enemigos utilizando el entorno de manera creativa o utilizando los simples ataques disponibles. Así, los enemigos pasan a ser una plataforma móvil más en medio de mil obstáculos, trampas y desafíos que hay que superar en cada nivel. Hay enemigos que requieren un enfoque específico para ser derrotados. Algunos enemigos solo pueden ser golpeados si usas un ataque deslizante, mientras que otros requieren que los saltes con precisión para evitar sus defensas.

La diferencia está en las monturas

Pero uno del os elementos más originales son las monturas. A lo largo de la aventura, podemos montar sobre criaturas como ranas gigantes, cocodrilos o caballitos de mar, cada una con habilidades especiales únicas. Cuentan con movimientos y saltos propios y, sobre todo, con ataques diferentes cuando pulsamos el botón de ataque. Por ejemplo, el cocodrilo puede devorar a un enemigo y escupirlo para atacar a otro, y el caballito de mar lanza una bocanada de fuego bajo el agua como si se tratase de un dragón.

Y lo mejor de las monturas es que irán pareciendo en distintos puntos de los niveles del juego, pero además, podemos adquirirlas en las tiendas si tenemos suficientes orbes y desplegarlas donde nos parezca bien a lo largo de la aventura. Esto permite que decidamos superar una sección de una manera distinta, o rejugarla, y utilizar una nueva montura para ver qué tal se nos da. Esto abre la puerta a nuevas estrategias, como usar una montura para acceder a áreas que antes parecían imposibles o para derrotar a enemigos que nos parecían demasiado difíciles.

El diseño de los niveles, cargado de secretos escondidos y coleccionables de todo tipo, invita a rejugarlos una y otra vez hasta que los completemos al 100%. Al final de cada nivel el título se encarga de recordarnos la puntuación y el número de coleccionables que nos hemos dejado atrás. Entre los coleccionables hay monedas, diplomas, corazones, monedas especiales, diamantes, las letras de la palabra Niko y también hay algunas secciones del mapeado que, en aso de acceder, nos plantean desafíos secundarios. Aquí aparecen minijuegos que tenemos que intentar completar en un límite de tiempo para conseguir unas preciadas llaves.

Lo que destaca en este apartado es la mezcla fluida entre las secciones en 2D y 3D, algo que recuerda a clásicos como Crash Bandicoot. Aunque hubiera sido genial ver más niveles en 3D, las secciones que existen son lo suficientemente satisfactorias y logran variar la experiencia.

Dificultad desafiante pero accesible

La dificultad en Nikoderiko es otro punto fuerte. El juego no es extremadamente difícil, pero ofrece suficientes desafíos para mantenerte enganchado. Los jefes, en particular, son momentos donde la dificultad se eleva de manera notable, obligándote a estudiar sus patrones y encontrar la mejor estrategia para derrotarlos. A pesar de ser desafiantes, estos enfrentamientos no llegan al nivel de frustración que otros juegos pueden generar; más bien, te motivan a mejorar y a disfrutar el proceso.

Esto hablando del modo de dificultad normal. Pero si incluso este te parece un poco difícil, el juego cuenta con un modo historia con una dificultad casi nula en los enemigos para el que solo quiera disfrutar de las plataformas, la historia y la aventura sin complicaciones.

Un diseño de dibujos animados

Visualmente, Nikoderiko es un deleite. Los gráficos son coloridos y vibrantes, lo que le da al juego un aspecto alegre y acogedor. Cada bioma que visitas, desde selvas hasta montañas heladas pasando por una oscura mina llena de cosas peligrosas, está lleno de detalles únicos. Además, el diseño de personajes y enemigos es encantador, con animaciones fluidas y ese toque de dibujos animados que hacen que moverse por el mundo sea un auténtico placer. Las cinemáticas tienen también un gran nivel para un título independiente, con un estilo de animación que recuerda a las películas animadas modernas.

Si eres fan de las bandas sonoras de juegos de plataformas, la música de Nikoderiko te encantará. Compuesta por David Wise, conocido por su trabajo en Donkey Kong Country, la banda sonora está repleta de melodías pegadizas que complementan perfectamente los entornos y la acción del juego. Cada nivel tiene su propio tema musical que refleja el bioma en el que te encuentras, desde ritmos alegres en las junglas hasta sonidos más misteriosos en las minas.

Además, el uso del mando DualSense de PlayStation 5 para amplificar la experiencia sonora y táctil es un acierto. Las vibraciones y los pequeños sonidos que se reproducen al recolectar ítems o interactuar con el entorno añaden una capa de inmersión que muchos juegos no logran aprovechar.

Conclusiones de Nikoderiko: The Magical World

Es cierto que estamos ante una carta de amor al género de las plataformas noventeras. Aunque bebe mucho de los clásicos que lo han inspirado, como Crash Bandicoot y Donkey Kong Country, también ha conseguido marcar su estilo propios con nuevas mecánicas, como las relacionadas con las monturas y su fabuloso modo cooperativo. Un juego de plataformas aditivo, directo y, aunque no redefine el género, lo ejecuta con una elegancia no tan común en estos tiempos. Si buscas un título de plataformas ligero, bien diseñado y con mucho corazón, Nikoderiko es una excelente elección que además llega a un gran precio.

Lo mejor

• Los diseños de los niveles son muy originales
• Las monturas añaden un toque muy original
• El modo cooperativo

Lo peor

• Las fases en 3D se quedan algo escasas

80/100