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Shadows of the Damned Hella Remastered: cuando el infierno es un parque de atracciones

Shadows of the Damned Hella Remastered
Periodista. Músico. Padre. Gamer.

Con la llegada de Halloween y nuestra masoquista afición por pasar miedo, no podía haber mejor momento para que Grasshopper Manufacture nos sorprendiera con el lanzamiento de Shadows of the Damned Hella Remastered, una versión modernizada de uno de los títulos más peculiares nacidos de la mente del inconfundible Suda51 y el maestro del survival horror, Shinji Mikami. Esta actualización nos permite revivir -o descubrir por primera vez- una de las aventuras más desenfadadas y grotescamente divertidas que jamás hayan visitado los infiernos.

Y es que si algo caracteriza a Shadows of the Damned es precisamente eso: su capacidad para convertir un viaje a las entrañas del averno en una experiencia que oscila entre el humor más gamberro y el horror más visceral. Como si fuera un cruce improbable entre Evil Dead y un episodio particularmente salvaje de South Park, este título nos demuestra que hasta el infierno puede ser un lugar para echarse unas risas, siempre y cuando vayas bien armado y acompañado de un cráneo parlante con acento británico.

Este remaster llega con algunos extras, pero no muchos. Se diría que sale con lo justo para hacer jugable el título en las consolas actuales (recordamos que el juego original se lanzó en 2011 para Playstation 3 y Xbox 360). Resolución 4K, 60 FPS, cuatro nuevos trajes para su protagonista ("Demonio Garcia", "Ocho Corazones", "Placa Garcia" y "Kamikaze Garcia") y el modo Nuevo Juego+ (para que podamos rejugar con un punto mucho más loco en dificultad).

Shadows of the Damned Hella Remastered

Un mariachi en el infierno

Nuestro protagonista es Garcia Hotspur, un cazador de demonios mexicano que podría ser el primo lejano de El Mariachi de Robert Rodriguez, si este último hubiera decidido dedicarse a patear traseros demoníacos en lugar de vengarse de narcotraficantes. Cuando su novia Paula es secuestrada por Fleming, el señor de los demonios, Garcia no duda en lanzarse de cabeza al infierno para rescatarla. A su lado está Johnson, un demonio convertido en calavera parlante que no solo sirve como compañero de aventuras, sino que además se transforma en diferentes tipos de armas, desde pistolas hasta antorchas, pasando por una moto alucinante, dando lugar a uno de los arsenales más peculiares que se hayan visto en un videojuego.

El juego destila personalidad por cada pixel remasterizado, pero es la personalidad del juego original, ya que no hay un nuevo modelado de escenarios ni nada parecido. Verás las texturas de pixel gordo de PlayStation 3, pero con una resolución mucho mejor y una nitidez y tasa de frames mucho más aceptable.

Shadows of the Damned Hella Remastered

Los escenarios, que van desde callejones de pesadilla hasta plazas que parecen sacadas de una versión retorcida de la Europa medieval, están impregnados de un estilo visual que mezcla el horror gótico con toques de humor negro y referencias pop que van desde luchadoras enmascaradas hasta demonios que parecen salidos de un programa de variedades.

Resident Evil en ácido

La mecánica de juego es donde se nota más claramente la influencia de Shinji Mikami. El sistema de combate recuerda inevitablemente a Resident Evil 4, con una cámara sobre el hombro y un énfasis en el posicionamiento estratégico. Sin embargo, Shadows of the Damned añade sus propios elementos distintivos, como el sistema de luz y oscuridad que nos obliga a gestionar la iluminación (buscando las malditas lámparas con forma de cabra) para debilitar a los enemigos, o las transformaciones de Johnson, que van desde una pistola básica hasta un lanzacohetes con personalidad propia.

Los enemigos son tan variados como memorables, desde demonios básicos hasta jefes que parecen sacados de una pesadilla diseñada por un comediante perturbado. Cada encuentro es una oportunidad para el juego de mostrar su creatividad desenfrenada, ya sea en forma de batallas contra bebés demoníacos gigantes o duelos contra criaturas que parecen salidas de un cuadro de El Bosco después de una noche de fiesta a base de chupitos de tequila.

Shadows of the Damned Hella Remastered

Humor negro como el alma de un demonio

Pero lo que realmente destaca a Shadows of the Damned es su sentido del humor. Los diálogos entre García y Johnson son especialmente memorables y podemos escucharlos con sus voces en inglés o en japonés (ayudándonos con los subtítulos en castellano). El juego presenta algunas situaciones tan absurdas que no puedes evitar reír incluso mientras luchas por tu vida. La química entre Garcia y Johnson es especialmente destacable, con intercambios que van desde lo escatológico hasta lo sorprendentemente ingenioso, todo ello manteniendo un ritmo que nunca decae. Es un juego tremendamente pasillero, pero el ritmo es tan frenético y divertido que no nos importa demasiado.

Las referencias culturales son abundantes y variopintas: desde guiños a películas de terror clásicas hasta referencias a la cultura pop moderna, pasando por elementos del folclore mexicano y europeo. Es como si alguien hubiera metido en una licuadora el cine de terror de serie B, un puñado de comics underground y varios videojuegos clásicos, y el resultado fuera esta experiencia única y descaradamente entretenida.

Shadows of the Damned Hella Remastered

¿La remasterización que el infierno necesitaba?

La versión Hella Remastered hace justicia al material original, tal vez demasiado, mejorando algunos aspectos técnicos sin perder la esencia que hace especial al juego. Los gráficos han sido pulidos para adaptarse a las pantallas modernas, las texturas son más nítidas y el framerate es más estable, permitiendo que las locuras visuales del juego brillen algo mejor que antes. Pero ya hemos dicho que la resolución y los 60fps no modernizan las texturas toscas y los modelados de principios de la década de 2010. Además, se suman algunos fallos de rendimiento y de control en algunos entornos (te tropiezas constantemente con cajas y objetos que deberías haber esquivado).

El audio también ha recibido un tratamiento similar, haciendo que la excepcional banda sonora de Akira Yamaoka (Silent Hill) suene mejor que nunca. Y, aunque para el que escribe el juego ha envejecido realmente bien y me sigue divirtiendo y sorprendiendo por su valiente y desvergonzada propuesta, la remasterización se queda un poco corta.

Conclusiones de Shadows of the Damned Hella Remastered

Shadows of the Damned Hella Remastered es un recordatorio de una época en la que los videojuegos no tenían miedo a ser diferentes, ni de mezclar géneros y tonos aparentemente incompatibles para crear algo único. Es un juego que no se toma demasiado en serio a sí mismo, pero que al mismo tiempo ofrece una experiencia de juego sólida y satisfactoria.

Shadows of the Damned Hella Remastered

Shadows of the Damned sigue siendo un juego fresco y distinto. Ha envejecido sorprendentemente bien, y eso que su apartado técnico, sobre todo gráfico, te chocará demasiado si no sabes a lo que vienes. Es un viaje al infierno que, paradójicamente, te sacará más de una sonrisa, y aunque puede que sus chistes no siempre estén a la altura y tenga algunos problemas de rendimiento, su personalidad única y su jugabilidad 'clásica nipona' hacen que merezca la pena cada minuto en compañía de Garcia y Johnson.

Lo mejor

  • Combinación única de horror y humor
  • Sistema de combate sólido y satisfactorio
  • Diseño artístico memorable
  • El precio: tan solo 29 euros

Lo peor

  • La remasterización se queda algo corta en contenido
  • El apartado gráfico puede chocar a los nuevos jugadores

80/100

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