Call of Duty: Black Ops 6 devuelve la saga a su época dorada, con matices
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Analizamos a fondo la campaña de Call of Duty Black Ops 6 y su nuevo modo Zombies
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El Modo Multijugador, el mejor de los últimos años, tiene su miga y ya hablaremos largo y tendido
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Call of Duty: Black Ops 6, día exacta de la llegada de Nuketown
Tras unos años de pequeñas pero dolorosas decepciones, sobre todo tras ese Modern Warfare III, el fan de Call of Duty tenía muchas esperanzas puestas en la entrega de este año. Black Ops 6 prometía un regreso a la era dorada de la saga, un regreso a la ‘guerra más clásica’ ambientada en finales de los ochenta y principios de los noventa. El contexto del final de la Guerra Fría, la dinámica de bloques, el momento todavía álgido del mundo de los espías… prometía un retorno a los orígenes, a esos días del primer Black Ops o del ‘Nada de ruso’.
Y tras el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 6 podemos decir que en la nueva entrega hay mucho de todo eso que esperaban los fans. Con sus luces y sombras, la nueva entrega, que además es la primera que llega a Xbox Game Pass desde la adquisición de Activision por parte de Microsoft, brilla con algunos matices que recuerdan a los viejos tiempos. La Campaña, sin ser la mejor que hemos jugado, tiene momentos que recuerdan a algunas de las mejores escenas de la saga, el modo Zombies cumple con creces y, sin ser perfecto, nos ha sacado unas cuantas risas en partidas con amigos y promete dar muchas alegrías en la vida del juego. Y el modo Multijugador, con sus importantes novedades en cuanto al control, se presenta como uno de los mejores de los últimos años.
Tiene sus pegas, pero la entrega de este año es notable, mejora lo visto los últimos años y desde luego da un valor mucho más alto a la suscripción de Xbox Game Pass, principal objetivo de Microsoft con este ‘título estrella’. Compartimos con vosotros nuestras valoraciones de la Campaña y el Modo Zombies. Del multijugador, alguna pincelada compartimos y lo valoramos como la peiza que más brilla de la entrega, pero no lo consideramos parte del análisis por merecer muchas más jornadas de juego.
Campaña: espías, acción y algunos altibajos
Hemos escrito ríos de tinta acerca del modo Multijugador de Balck Ops 6, y esto es ya una constante desde que Activision nos permite disfrutar de varias fases de betas cerradas o abiertas previas al lanzamiento. Por eso ya sabemos que este era uno de los puntos fuertes del juego. Por eso cuando llega el lanzamiento de la entrega anual, muchos nos lanzamos a completar su campaña. Sé que muchos fans de la saga no la juegan o lo hacen pasados muchos meses tras la llegada del juego, pero para mi es una tradición. Las campañas nos ofrecen un aperitivo con la nueva ambientación del juego, sus armas y nuevos movimientos y, además, nos meten en faena y nos predisponen para la nueva batalla que nos llevará horas y horas de juego los próximos 365 días.
Además, hemos vivido escenas y capítulos increíbles en muchas campañas de Call of Duty, y uno siempre quiere volver a sorprenderse con estas historias bélicas y de espías que tan grandes momentos nos han dado. Con Black Ops 6 su campaña vuelve a una época muy interesante: ha caído el Telón de Acero y los espías de ambos bloques tratan de reinventarse. Mientras el mundo afronta la Guerra de Irak, los viejos hábitos del espionaje y contra espionaje no se han perdido y pueden dar pie a una narrativa muy enrevesada y apasionante.
El juego nos lleva a un mundo lleno de tensión, operaciones encubiertas y conspiraciones geopolíticas. Nos reencontramos con personajes icónicos de la saga Black Ops, como Woods, y con nuevos aliados, como el agente al que encarnamos, Case, mientras descubrimos las intenciones de un grupo paramilitar llamado Pantheon, que parece tener un interés oculto en Oriente Medio y un plan bioterrorista entre manos.
Con estos mimbres comenzamos una campaña que comienza ‘como un tiro’, y ya hemos dicho que es un modo de un solo jugador que nos da algunos momentos que nos han recordado a algunos de los mejores de la franquicia. Esos momentos de pura acción cinematográfica, con una ensalada de tiros imposible en medio de una misión de infiltración más allá de las líneas enemigas. Pero este ritmo frenético y. memorable no es constante, lamentablemente. Treyarch ha decidido innovar en la fórmula y nos da una de cal y otra de arena. En mitad de las fases directas y pasilleras donde la acción no da tregua, inserta momentos tranquilos de espionaje con otros de ‘mundos abiertos’ donde todo cambia y se convierte en una especie de sandbox de exploración sin demasiado sentido.
Subidón y bajón: una historia de espías
Las misiones más clásicas de acción sin freno nos dan un subidón de adrenalina, pero las misiones que cambian la dinámica nos han resultado más aburridas. Cambian el ritmo y, sin quitar el mérito de la innovación y el probar cosas nuevas, no llegan al nivel de otros juegos que adoptan estas fórmulas mucho mejor. Por ejemplo, las fases de espionaje nos llevan a largas secuencias de conversaciones eternas con personajes, búsqueda de objetos para completar algún puzle extremadamente sencillo o para que un personaje concreto nos de la ‘llave’ para seguir adelante y momentos de sigilo absurdo escondiéndonos tras cortinas para que los guardas no den la señal de alarma viéndonos merodear por donde no debemos. Estas fases son un poco soporíferas e interrumpen de manera cruel la experiencia ‘Call of Duty’.
En cuanto a las fases de mapas ‘semiabiertos’, por ejemplo, las que vivimos sobre el terreno en Irak, nos sorprendieron para bien en un principio, pero terminaron convirtiéndose en una especia de juego estilo sandbox donde abundaba el ‘busca recursos’, ‘desbloquea las cinco ubicaciones’ y ‘vuelve y te daré tu recompensa para continuar’. Una falsa sensación de RPG de toda la vida sobre la jugabilidad de un Call of Duty que no hemos llegado a asimilar del todo. Estos últimos ejemplos no están del todo más diseñados, ni cuesta tanto completarlos, pero vuelven a romper el ritmo y apenas brillan comparados con las fases de acción lineal y narrativa de toda la vida.
Pero quedémonos con que el vaso está medio lleno. Hay escenas de acción trepidante, tiroteos que parecen sacados de una película de Hollywood y momentos de pura adrenalina en los que hemos disfrutado como enanos. Un detalle a destacar es que siempre tenemos la opción, al afrontar cada misión, de elegir con cierta libertad si arrasamos con todo a nuestro paso o adoptamos un enfoque sigiloso que evite un enfrentamiento directo con todas las fuerzas enemigas. Esta flexibilidad le da un toque fresco al juego, permitiendo que cada jugador adapte la misión a su propio estilo. Las misiones de acción, ya que las de ‘espionaje’ requieren lógicamente un tono calmado.
El mundo es nuestro tablero
La cuidada ambientación de Black Ops 6 nos lleva por escenarios como Kuwait, Irak, Bulgaria y una región ficticia llamada Avalon, que se encuentra en la costa mediterránea. Somos parte de un grupo escindido de la CIA y al que iremos añadiendo componentes de otras agencias de información y seguridad internacionales o grupos de dudosa legalidad. El juego nos reúne a todos en una mansión abandonada llamada La Torre, perdida en un bosque de Bulgaria, un cuartel general donde el equipo puede recuperar fuerzas y prepararse para las siguientes misiones.
El juego añade aquí un leve componente de progresión en el que entra en juego el dinero que logremos recoger en mitad de nuestras misiones. Podemos gastar este dinero en mejorar nuestro escondite, añadiendo una sección de entrenamiento táctico o un laboratorio para crear mejores armas o gadgets. Estas mejoras de La Torre desbloquean mejoras y habilidades para que nuestro personaje despliegue en las misiones. Es un sistema interesante pero ante la escasa duración de la campaña (algo más de 6 horas) se vuelve un poco irrelevante. Casi terminas de jugar y no has empezado a desarrollarlo.
En la Torre también hay un montón de cosas que hacer, conversaciones que mantener y huevos de pascua que descubrir. Un interesante añadido para los fans, pero sin más.
Las historias de espías nos gustan a todos
Como ya hemos contado la historia de la campaña cuenta con un componente de espionaje que despunta en misiones como en una infiltración en una gala política del candidato demócrata a la Casa Blanca, Bill Clinton. Aquí, tenemos que asumir el papel de un periodista y tratar de no levantar sospechas mientras decidimos la mejor manera de rescatar a un personaje clave de la historia. También hemos disfrutado de algunos detalles únicos en cada misión, como la inclusión de algunas escenas psicodélicas, y hasta referencias a juegos como Hitman y Metal Gear.
Este toque de creatividad narrativa nos ha sacado sonrisas y han logrado que mantengamos la curiosidad hasta el final. Además, tenemos que alegrarnos del trabajo que Treyarch ha realizado mejorando la IA de enemigos y aliados, quienes ahora buscan cubrirse, gatean heridos hasta una cobertura e intentan ayudarse entre ellos, lo cual aumenta la inmersión y añade un grado de realismo a la experiencia.
Modo Zombies: la esencia clásica con toques refrescantes
Pasando al modo Zombies, Treyarch ha apostado por una experiencia que combina nostalgia y frescura. A diferencia de entregas anteriores, donde los mapas eran más pequeños y las mecánicas más lineales, Black Ops 6 retoma un estilo más clásico, pero con matices, añadiendo muchas coasa aprendidas de la experiencia de Warzone, para bien y para mal. En esta entrega tenemos, de primeras, dos nuevos mapas: Liberty Falls y Terminus, que representan dos entornos muy diferentes en cuanto a diseño y jugabilidad.
Liberty Falls: nostalgia pura en un pueblo destruido
Liberty Falls es el escenario perfecto para los que buscan una experiencia tradicional en el modo Zombies. Este mapa, ambientado en un pequeño pueblo apocalíptico, ofrece calles, tiendas destruidas y hasta una iglesia siniestra que crean el ambiente ideal para los enfrentamientos con hordas. Aquí, el diseño permite una movilidad rápida y estratégica, con varias zonas de entrenamiento y ubicaciones de cajas sorpresa y armas en la pared que añaden dinamismo a la experiencia. Es un lugar que revive la esencia de mapas icónicos como Town o Nuketown, con un toque moderno en cuanto a gráficos y mecánicas.
Terminus: Exploración en un laberinto aterrador
Por otro lado, Terminus nos presenta un entorno mucho más oscuro y enrevesado. Este mapa, diseñado como una prisión abandonada y con un toque de horror, está lleno de pasadizos y zonas interconectadas que ofrecen un desafío diferente. La exploración se vuelve clave, ya que es fácil perderse en los oscuros túneles del mapa mientras intentamos huir de una horda que nos acecha. Terminus incorpora un elemento de horror que aumenta la tensión y exige un enfoque diferente al de Liberty Falls. Aquí, los jugadores se verán obligados a usar tácticas de defensa en espacios cerrados y a trabajar en equipo para sobrevivir.
Black Ops 6 trae varias novedades interesantes para el modo Zombies en cuanto a jugabilidad se refiere. Además de los zombis clásicos, encontramos nuevas criaturas como arañas y bichos voladores que añaden variedad al combate. También tenemos un sistema de mejoras que recuerda al “Pack-a-Punch” tradicional, pero con algunas variantes: se pueden añadir mejoras elementales a las armas o desbloquear habilidades especiales que aportan profundidad a las mecánicas.
Para los veteranos del modo Zombies, Black Ops 6 no defrauda, pues logra combinar la fórmula original con suficientes toques nuevos como para mantenernos enganchados bastante tiempo. La dificultad está bien equilibrada, y el modo sigue incluyendo los Easter eggs y desafíos ocultos que tanto nos gustan.
El mejor multijugador en años
Nos vemos incapaces de añadir este apartado al análisis (al menos al análisis puntuado con nota) por la limitada cantidad de horas que hemos tenido para disfrutarlo. Todos sabéis que este modo requiere de muchas jornadas en la brecha y siempre es un modo vivo que irá evolucionando a lo largo del año. Pero no queríamos dejar de mencionar que estamos ante una de las mejores experiencias de los últimos años. Pero esto es algo que ya apuntaba desde que probamos las primeras betas disponibles y escribimos las primeras impresiones.
Como ya sabéis, Treyarch ha introducido el famoso sistema de movimiento omnidireccional que permite a los jugadores hacer cualquier movimiento (esto es: esprintar, lanzarse, deslizarse o hacer un cuerpo a tierra) en cualquier dirección. Esto añade un dinamismo único al modo multijugador y abre nuevas oportunidades estratégicas, permitiendo esquivar balas y dar giros inesperados en los enfrentamientos. Este movimiento tan versátil tiene una infinidad de aplicaciones prácticas en el fragor de la batalla y muchos jugadores le sacan un partido tremendo a la hora de salir airosos de una confrontación directa. Hay detractores y defensores de esta nueva mecánica, pero sin duda es un añadido valiente y que aporta frescura y una diferencia significativa al juego.
Todo esto, añadido a los fabulosos nuevos mapas, diseños más pequeños que tienden a los clásicos tres carriles, devuelven el protagonismo a la confrontación directa y salvaje entre los dos equipos en espacios más cerrados. La experiencia, como decimos, está siendo satisfactoria y parece que promete un año de grandes batallas online.
Conclusiones de Call of Duty: Black Ops 6
Con sus luces y su contras, el resultado final de Black Ops 6 ronda el notable. La promesa de volver a la época dorada de la saga se cumple en buena medida, y eso ya es una buena noticia. La campaña tiene su bajones pero nos ha recordado por momentos a aquellas grandes historia de la franquicia y su modo zombies cumple con nota. además, estamos ante un multijugador que mejora en mucho la experiencia de las últimas entregas. No estamos para exigir mucho más, para cómo está el negocio. ¿No creéis?
80/100