BALL x PIT, todo lo que un roguelike quiere ser en pos de la rejugabilidad
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Está entre los nominados al GOTY a mejor indie de 2025
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La lista completa de nominados al GOTY 2025
La receta de los videojuegos indies parece por momentos salida de vídeos rápidos de Tik Tok para hacer una ensalada con chocolate, tabasco y pepinillos. Y aún así, a veces, los ingredientes funcionan si aparecen en su justa medida hasta crear un Space Invader volcado en la era actual como sucede con Ball X Pitt, orgulloso nominado en los GOTY como mejor indie.
La era del roguelite en los videojuegos propone una vez más una variante de un clásico hasta rebozarlo con el frenetismo actual. En ese espectro Ball X Pitt es uno de los juegos más atrayentes de este estilo, partidas rápidas, adicción, elementos de continuación y pausas intermedias muy bien cuidadas para respirar con algo más que la repetición de cada run.
Bota, rebota y derrota
La base de Ball X Pitt desde el planteamiento en su desarrollo ha cambiado bastante visualmente, pero la idea es la misma. Una pelota multiplicada hasta la saciedad para derrotar los meteoritos, monstruos o elementos de una pantalla vertical. Vamos, Space Invaders 3.0.
Desde esa base el juego modula al jugador a base de personajes con mecánicas diferentes para dinamitar la partida. Dentro del hoyo la dinámica es la misma, elegir habilidades, fusionarlas, potenciar estadísticas y superar niveles para avanzar y bajar cada vez más al abismo.
El punto de libertad entre cada run es tan necesario como efectivo. La salida a la superficie para respirar tiene su exposición en una gestión de la zona para ampliar enseres, mejorar atributos y conseguir más personajes. Una idea sencilla, bien plasmada y que pide a gritos más partidas para potenciar la base.
Esa necesidad de volver tras cada partida para mejorar el fuerte y competir es tan necesario como sutil. La mejora es leve pero acompaña perfectamente el juego durante las 30 horas que puede durar la trama, al menos hasta ver los créditos. A partir de ahí está en manos de cada uno luchar por ir más allá y perfeccionar la propuesta hasta el completismo.
Uno de los retos más efectivos está en perseguir la victoria en cada mapa con todos y cada uno de los personajes. Este tipo de misiones, con un plus de bonificaciones añadido, es una manera de plantear estratégicamente la partida de una manera diferente, porque todo ese caos tiene su orden.
Tomar el pulso de Ball X Pitt es medir el movimiento del personaje, de las bolas, del enemigo y de sus disparos. A veces es fácil plantear la experiencia en automático sin pensar mucho, sobre todo al inicio del juego, pero solo es la primera capa de complejidad.
La dificultad del roguelite pasa por afrontar las misiones con un extra de velocidad para cumplir retos. Superar una pantalla en menos tiempo para aprovechar ese extra de velocidad es el punto de inflexión para ver el juego desde otra altura. Y sobre todo saber cuándo colocar la máxima velocidad de partida o rebajar un poco en momentos delicados.
Conclusiones de BALL x PIT
En conclusión, Ball x Pit es un pozo de horas ideal para convertir la rejugabilidad en un pique con colegas, un reto personal o una tarde de relax. La manera de afrontar las partidas es tan diferente como la ejecución de cada una de ellas según los combos. Es funcional, perfecto para partidas rápidas, te deja con ganas de más y es sin duda una de las ideas mejores expuestas en el universo indie de este 2025.
*Jugado en Nintendo Switch 2
Lo mejor
- La activación constante al jugador con recompensas continuadas
- Las partidas están muy bien medidas: tiempo, acción y dificultad
Lo peor
- Algunos personajes se sienten muy parecidos in-game y apenas les diferencian algunas stats sin relevancia
Nota: 85/100