El misterio de la lesión de Alberto Guitián

El Real Zaragoza volvió a los entrenamientos tras las vacaciones navideñas. Los aragoneses, obligados por el protocolo derivado de la problemática del coronavirus, se ejercitaron de manera individualizada. Juan Ignacio Martínez ve un horizonte con la práctica totalidad de la plantilla a su disposición, todos, salvo Alberto Guitián.

El técnico del equipo aragonés pudo contar ya con todos los futbolistas a su disposición. Tras sus respectivas lesiones, entrenaron a las órdenes del alicantino tanto Adrián González como Bermejo y James Igbekeme. Quedando únicamente fuera de la dinámica grupal Alberto Guitián, que realizó la parte inicial de forma individualizada.

Una situación compleja la del central cántabro. Guitián había sido uno de los jugadores que más minutos acumulaba hasta que se le cambió en el minuto 53 del partido frente al Fuenlabrada, el pasado 6 de diciembre. Desde entonces no ha vuelto a vestirse de corto. Todo ello debido a unas molestias en la planta del pie, una lesión que no se ha confirmado por parte del club pero a la que JIM puso nombre en la rueda de prensa de su presentación: fascitis plantar.

Se trata de una lesión habitual en deportistas, debida a la inflamación de la fascia, el tejido que conecta el talón con los dedos de los pies. Una dolencia que puede tardar meses en curarse y cuya recuperación depende, en buena medida, de las sensaciones del futbolista. No es algo nuevo para Guitián, que ya sufrió una fascitis plantar en 2016, cuando jugaba en el Valladolid. Contaba entonces que el dolor se había iniciado al final de la temporada anterior, en el Real Zaragoza, y le afectó durante la pretemporada con el equipo pucelano impidiéndole debutar hasta la sexta jornada.

Un precedente poco halagüeño para el jugador cántabro, que suma ya algo menos de un mes trabajando al margen de sus compañeros y cuyo futuro inmediato no parece claro que esté sobre el césped ayudando al equipo.